Perla Jacaranda De Dienheim Barriguete
Profesora de la UNLA
Jazmín Sánchez Miranda
XUNLA de la licenciatura en Odontología de la UNLA
Resumen
El propósito de este estudio es identificar la existencia de ansiedad por parte de los pacientes ante el tratamiento odontológico. Se realizó un estudio descriptivo y transversal a una muestra por conveniencia de 386 personas, durante el mes de abril de 2021, mediante Google Forms, vía correo electrónico, WhatsApp y Facebook. Se utilizó y modificó la Escala de Ansiedad de Corah, agregando las variables de género y edad. Se utilizaron métodos cuantitativos y los datos se procesaron con apoyo de cuadros y gráficos para su presentación.
Se encontró que la mayoría de la población encuestada pertenece al sexo femenino, y si bien la mayoría de los encuestados dijeron no identificarse con indicadores de ansiedad, algunos afirman sentirse nerviosos y/o ansiosos ante la atención odontológica. Existe un porcentaje alto de pacientes que no se realizan la profilaxis, siendo la tendencia a hacerla cada año, aunque la recomendación es hacerla cada seis meses. Se encontró, además, que la causa más frecuente de asistencia al odontólogo es la revisión, a pesar de que sabemos que los pacientes acuden cuando sufren ya de alguna patología en su cavidad oral, siendo la caries la principal.
Introducción
La odontología moderna pretende conservar, en la medida de lo posible, las piezas dentales, recurriendo a tratamientos no solo estéticos, sino también funcionales, que resultan en procesos de tiempos prolongados (más de una sesión o más de una hora). Estos procesos causan ansiedad en el paciente odontológico, un fenómeno muy común que genera resistencia al tratamiento oportuno y mayor avance de los procesos patológicos bucales (Gutiérrez, 2005).
La ansiedad, del latín anxieteas, hace referencia a una experiencia con una mezcla variada de incertidumbre, amenaza y agitación. Se trata de un sentimiento subjetivo de angustia, que puede ser ocasionado por estrés medioambiental, uso de drogas, enfermedades, medicamentos o una combinación de los factores anteriores (Gutiérrez, 2005).
La ansiedad dental entorpece la adherencia al tratamiento (Eitner et al., 2006; Ríos, Herrera y Rojas, 2014). Rowe y Moore (1998) señalan que un paciente con fobia dental llega a sufrir en promedio 17.3 días de dolor antes de consultar al odontólogo. Además, la ansiedad dental es considerada un potente predictor de riesgo de caries (Shapiro et al., 2005). Se ha demostrado que los pacientes ansiosos tienen más probabilidades de evitar o retrasar el tratamiento, y de cancelar la cita con el dentista (Amaíz y Flores, 2016; Eitner et al., 2006; Armfield, 2010).
Desde el punto de vista neurofisiológico, mediante la ansiedad el sistema nervioso autónomo produce la liberación de catecolaminas (aminohormonas), como la adrenalina, noradrenalina y dopamina. Si bien es cierto que ello alerta al individuo ante el peligro, las situaciones fisiológicas generadas pueden predisponer al paciente a no llevar a cabo su tratamiento de forma correcta, causando alguna complicación.
La ansiedad puede generar diversos cambios fisiológicos en los pacientes que la padecen: aumento del ritmo cardiaco, elevación de la presión arterial, respiración más rápida y profunda, con rigidez muscular (Amaíz y Flores, 2016); sensación de nerviosismo e irritabilidad, taquicardia, espasmos musculares, midriasis (dilatación de las pupilas), náuseas con posibles vómitos, vasoconstricción periférica y vasodilatación central, piloerección del vello corporal y del cabello, aumento de la actividad de las glándulas sudoríparas, broncodilatación, alteración del intestino y estimulación a la deposición fecal, mientras la vejiga induce las ganas de orinar.
La ansiedad extrema en el consultorio dental puede exacerbar problemas médicos preexistentes asociados a la angina de pecho, asma, convulsiones, hipertensión arterial y diabetes mellitus; o puede inducir otros problemas relacionados al estrés: síndrome de hiperventilación o síncope vasodepresor (Gutiérrez, 2005).
En seguida, se enlistan algunos de los datos sugestivos de ansiedad del paciente odontológico (Gutiérrez, 2005):
-Preguntas frecuentes sobre el uso de sedantes e inyecciones
-Pláticas agitadas con otras personas
-Citas previas canceladas
-Hipotermia y sudoración
-No permanecer sentado
-Área de espera
-Rigidez muscular
-Inquietud en las manos
-Aumento de sudoración
-Poca cooperación con el dentista
-Respuestas cortas
-Gestos faciales de rechazo
-Nudillos blancos
Objetivo
Identificar la existencia de ansiedad por parte de los pacientes ante el tratamiento odontológico.
Material y métodos
Se realizó un estudio descriptivo y transversal a una muestra por conveniencia de 386 personas, durante el mes de abril de 2021, mediante Google Forms, vía correo electrónico, WhatsApp y Facebook. Se utilizó y modificó la Escala de Ansiedad de Corah, agregando las variables de género y edad y la Escala de Ansiedad de Corah Modificada (EACM) (Whright, Lucas y McMurray, 1980). Se utilizaron métodos cuantitativos y los datos se procesaron con apoyo de cuadros y gráficos para su presentación.
A partir de la evaluación con este instrumento, de cinco items se obtuvieron las puntuaciones correspondientes, dando lugar a un rango de puntuaciones entre 5 no ansioso y 25 extremadamente ansioso. Un resultado de 13 puntos o más indica que los pacientes son ansiosos ante el tratamiento dental, y 15 puntos o más indican que muestran un nivel alto de ansiedad (Aartman et al., 1996; Aartman et al., 1998; Pal-Hegedüs, 1987; Pal-Hegedüs y Garnier, 1991).
Resultados
De las 386 encuestas realizadas, 58.5% pertenecieron al sexo femenino, 36.5 %, al género masculino, y el resto afirmaron ser de otras categorías, lo cual se correlacionó con lo descrito en la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2016 (ENSANUT): la mayoría de la población mexicana pertenece al género femenino. En cuanto a la edad, se observó que 69. 2% están en el rango de 18 a 24 años como mayoría, con una edad promedio de 21 años.
45.1% menciona asistir a consulta dental cada 6 meses, 29% acude después de un año, 25.9%, una vez al año. La recomendación de la Asociación Dental Mexicana (ADM) es acudir cada seis meses. Al preguntar cómo se sentiría la persona, si tuviese que ir al dentista el día siguiente; 42.8% respondió «No me importa en lo absoluto», seguido de un 31.7 % que lo vería como una experiencia razonablemente placentera. Sin embargo, 12.4% tendría miedo a que fuera desagradable y doloroso, 11.1% se sentiría muy inquieto al respecto y 2% estaría muy asustado de lo que el dentista pudiera hacer.
Se preguntó cómo se sentiría el paciente al estar esperando su turno en la sala de espera, 49% expresó que se sentiría relajado, 34.2%, un poco inquieto; 8.7%, ansioso; y 8.1% tenso. Al preguntar cómo se sentirían cuando el odontólogo preparase el equipo para atenderlo, 45% respondió que un poco inquieto, 23.5%, relajado; 20.7%, tenso; 9 %, ansioso; y 1.8% estaría bañado en sudor. Se preguntó cómo se sentirían antes de una limpieza dental: 37.9% afirmó que relajado, 35.8%, un poco inquieto; 15.5%, tenso; 10.3%, ansioso; y 0.5% estaría bañado en sudor.
Se preguntó sobre la frecuencia de la limpieza dental en un consultorio: un 31.5% acude cada 6 meses, 28.4%, cada año; 21.2%, después de más de un año de su última consulta; y 18.9% no va en absoluto. En cuanto a cuál fue la causa de la última visita al odontólogo, se respondió lo siguiente: 44.2%, a revisión; 37%, a profilaxis (limpieza); y 18.8%, por caries.
Conclusiones
Se encontró que la mayoría de la población encuestada pertenece al sexo femenino; y si bien la mayoría de los encuestados dijeron no identificarse con indicadores de ansiedad, algunos afirman sentirse nerviosos y/o ansiosos ante la atención odontológica. Existe un porcentaje alto de pacientes que no se realizan la profilaxis, siendo la tendencia a hacerla cada año, aunque la recomendación es hacerla cada seis meses. Se encontró, además, que la causa más frecuente de asistencia al odontólogo es la revisión, a pesar de que sabemos que los pacientes acuden cuando sufren ya de alguna patología en su cavidad oral, siendo la caries la principal.
De lo anterior, deriva la importancia de hacerle saber a la población general la importancia de acudir al dentista, para que se realice su profilaxis cada seis meses, a fin de evitar procedimientos más agresivos. También es importante favorecer un ambiente de tranquilidad y confort en el consultorio, con el objetivo de minimizar los estados de ansiedad en los pacientes.
Referencias
Aartman, I.; Everdingen, T.; Hoogstraten, J. y Schuurs, A. (1996). Appraisal of behavioral measurement techniques for assessing dental anxiety and fear in children: a review. Journal of Psychopathology and Behavioral Assessment, 18(2), 153-171.
Aartman, I.; Everdingen, T.; Hoogstraten, J. y Schuurs, A. (1998). Self-report measures of dental anxiety and fear in children: a critical assessment. Journal of Dentistry for Children, 65(4), 252-258.
Amaíz, A. y Flores, A. (2016). Abordaje de la ansiedad del paciente adulto en la consulta odontológica: propuesta interdisciplinaria. Odontología Vital, 24. Recuperado de http://www.scielo.sa.cr/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1659-07752016000100021&lng=en.
Armfield, J. (2010) How do we measure dental fear and what are we measuring anyway? Oral Health Prev Dent, 8(2),107-115.
Eitner, S.; Wichmann, M.; Paulsen, A. y Holst, S. (2006). Dental anxiety–an epidemiological study on its clinical correlation and effects on oral health. J Oral Rehabil, 33(8), 588-93.
ENSANUT (2016). INSP. Recuperado de https://www.google.com/search?q=ensanut+2016&oq=ensanut+2016&aqs=chrome..69i57j0l7.4015j0j4&sourceid=chrome&ie=UTF-8
Gutierrez, L. (2005) Ansiedad y apoyo psicológico en el paciente odontológico. Urgencias Médicas en Odontología, (11), 80-88.
Pal-Hegedüs, C. (1987). Escala de Ansiedad Dental de Corah. Manuscrito mimeografiado inédito.
Pal-Hegedüs, C. y Garnier, L. (1991). La escala de ansiedad dental de Corah: una ayuda para los odontólogos. Revista Mexicana de Psicología, 8, 33-35.