Por: Nahomi Mendoza, aprendiz de Publicaciones en la UNLA
Con el egreso de una parte de nuestra comunidad y el ingreso de nuevas mentes que se abren camino en la institución, me he puesto a pensar ¿qué tan preparados están las y los estudiantes ante la presión social que se tiene día con día?
Las ideas y pensamientos que tienen las personas son muy diferentes a las que tenemos nosotros mismos, ya que los pensamientos son creados gracias a diferentes circunstancias que pasamos a lo largo de nuestra vida. Hace algunos años, cuando empecé a tomar el gusto por la lectura, comencé a escribir una pequeña «novela» en una plataforma web muy conocida. En ese entonces –como era estudiante– solía escribir constantemente y estaba emocionada por la cantidad de personas que me leían. Esa situación me tenía muy contenta y decidí compartir mi alegría con algunas personas cercanas a mí. Sin embargo, su respuesta fue contraria a lo que esperaba, pues las burlas y regaños por «perder el tiempo sin hacer nada productivo» empezaron a afectar mi confianza en las actividades que realizaba.
Si has pasado algo similar a este caso, déjame decirte que te encuentras frente al «síndrome del impostor», o también conocido como el síndrome del fraude; esta situación es un trastorno psicológico en el cuál las personas –ya sean hombres o mujeres– exitosas son incapaces de asimilar sus más grandes logros a causa de las críticas y presión social a las que están expuestas (Martins, J., 2024).
¿Ya sabías que existía este síndrome? Si tu respuesta es no, probablemente no. No te preocupes, es normal, la mayoría de las personas no tienen el conocimiento de su existencia y muchas otras tampoco saben que pueden sufrir de esta condición. ¡Yo me he dado cuenta que, en ocasiones, suelo sufrirla y déjame decirte que no es nada positivo!
Cuando se padece esta condición, la persona afectada deja de realizar muchas de sus actividades habituales que antes se pensaban agradables (ya sea en cuestión estudiantil, laboral o de recreación); en mi caso, cuando empecé a padecer este trastorno, mis actividades de escritura se vieron completamente olvidadas durante mucho tiempo y cuando quise continuarla la cantidad de lectores, así como la calidad de mi novela, no era la misma; pero ¿qué se puede hacer para evitar o superar este trastorno?
Si bien el recuperar tu confianza no te será sencillo, y puede que en algunas situaciones llegues a dudar, sí es posible liberarte de estos pensamientos que solo han puesto un muro para lograr tus objetivos; de esta forma, aquí te comparto dos tips para olvidarte de lo que opinen los demás:
Por más dura que sea la situación, sigue realizando las actividades que amas. Esto evitará que caigas en un círculo vicioso de pensar «soy lo suficientemente bueno para esto», recuerda que todos empezamos de cero y vamos perfeccionando nuestras habilidades mediante avanzamos.
Ve a terapia, esta condición no se trata de qué digan o no digan las personas, sino de ti y de lo que esos comentarios te han hecho sentir.
Atrévete a liberarte de los prejuicios y ten en cuenta que no eres ningún fraude, eres buena o bueno en lo que haces y decidas hacer (Baida Gil, A., s. f.); recuerda lo que dijo la cantante Taylor Swift «sabes que eres bueno cuando incluso puedes hacerlo con el corazón roto» (I can do it with a broken heart, 2024). Ahora dime, ¿alguna vez has padecido el síndrome del impostor y cómo lo superaste?
Referencias
Baida Gil, A., (s. f.). Cómo superar el síndrome del impostor. https://coachdelaprofesional.com/full-sindrome-impostor/
Martins, J., (1 de febrero de 2024). ¿Qué es el síndrome del impostor y cómo combatirlo? Asana. https://asana.com/es/resources/impostor-syndrome
Swift, T., (2024). I can do it with a broken heart [Canción]. En The Tortured Poets Department. Universal Music Group. https://youtu.be/XjlSBN82hfo?si=LAl8Fle41GXnq0E9
