Por: Melisa Silva Montaño, egresada de la licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica
Crear como naturaleza de los creativos; es lo que sabemos. ¿Pero qué implica crear?, ¿de dónde parte esa naturaleza? Sólo mira tu al rededor un momento… nota que gran parte de los objetos e imágenes que te rodean primero fueron imaginados por alguien.
Para crear, debes imaginar primero, una o cien veces, hasta pulir una idea para darle vida. Pero más que eso… indispensablemente, debes creer en lo que imaginaste, visualizarlo, sentirlo real, visualizarte interactuando con ello, o aplicado en su entorno para traerlo a la realidad.
Tanto lo creativo, como las artes y todo aquello relativo a lo sensible; propio, en su mayoría, de los sensibles (una minoría en el porcentaje social), ha sido por mucho tiempo cuestionado, subestimado e invalidado por muchos. No hay problema con eso. La mayoría puede, o no, creer en el diseño gráfico. El diseño gráfico estuvo, está y estará en todas partes, en muchas formas, en muchos medios, en tantas aplicaciones y en su bagaje de ramas.
Consumimos en masa, comunicar fue, es y será necesario como humanidad, aquí y del otro lado del mundo; y nuestro trabajo desde el diseño: interpretar, traducir y plasmar parte de la realidad para comunicar desde una abstracción humana. Abstracción que en el contexto contemporáneo se ha planteado «amenazada» por la tecnología, por la inteligencia artificial. La vida profesional gira entorno a tu utilidad en la sociedad, ¿qué solucionas para los demás? Las personas creerán en lo que soluciones para ellos.
El potencial de tu carrera no va sólo de las creencias sobre tu profesión, va de lo que haces para construir tu éxito; ¿qué haces para ponerte en donde quieres estar?, para ser útil con tu labor a los demás. ¿Cómo aprovechas tus talentos?, ¿cómo te preparas para las oportunidades? y ¿cómo respondes a ellas?... ¿qué haces ante las fallas, los retos?, ¿cómo creces?; tu actitud ante ellos.
La especie que sobrevive es aquella que mejor responde al cambio. «Adaptarse o morir»
C. Darwin
La vida, en general, es un constante cambio, por lo que, como conclusión, la vida es de los que resisten a esos cambios. Por dónde decidas llevar tu vida laboral es tu decisión y tu mérito, nada más lo determinará, el camino es libre y las posibilidades infinitas. El primer paso es creer en ello.
Considero que la abstracción humana es necesaria y útil para crear, es un punto clave y la tecnología no es enemiga, es incluso aliada imprescindible al día de hoy, nuestras herramientas como diseñadores contemporáneos cambian y deben llevarnos a nuevas posibilidades, abrirnos nuevos caminos, nunca restringirnos.
No hay como tal un diseño gráfico nuevo, de cierta forma, es el mismo, una construcción a través de los años nos ha llevado a perfeccionar y profundizar en cada área. Tenemos bases sólidas de las qué partir, que proceden de teoría y práctica indispensables, que han evolucionado y se adecúan a demandas actuales, y hoy, el acceso a ese conocimiento es inmediato.
El diseño gráfico evoluciona porque se adapta y crece con el tiempo. Como diseñadora gráfica, creo en el diseño gráfico como profesión, en la utilidad de su labor en la sociedad y la convicción de vocación en ejercicio, mi pasión e interés por el diseñar es real y latente, y al creer en ello, lo puedo traer a la realidad creando.
Cree en tu capacidad de adaptación, en el diseño gráfico contemporáneo. No pares de crear, aprender, prepararte y familiarizarte en el camino, mientras sea así, ten la certeza de que tu labor tendrá lugar, utilidad socialmente y será vigente. Imagina, cree, y entonces, crea en grande.
Crédito: Pedro Paulino