Por: Tomás Amador López, director de la licenciatura en Arquitectura, Urbanismo y Sustentabilidad de la UNLA
Para quienes nos dedicamos al diseño urbano y arquitectónico, este tema nos despierta un gran interés, ya que en los planes para nuevas obras urbanas, o en las de modernización y/o conservación de la infraestructura pública existente, deben de considerarse a todos los ciudadanos por igual, independientemente de sus facultades físicas o intelectuales.
La licenciatura en Arquitectura, Urbanismo y Sustentabilidad de la Universidad Latina de América propone proyectos disciplinares para que participen los alumnos de un grupo en particular o se involucren varios de ellos en trabajo multinivel, atendiendo necesidades detectadas de habitabilidad y/o movilidad. Lo que nos ha permitido vincularnos con organizaciones afines, logrando concientizar a nuestros estudiantes en el diseño para todos.
La discapacidad es una condición que de manera permanente o temporal sufren muchas personas en el mundo, limitando sus oportunidades de trabajar e interactuar con otros individuos por la falta de infraestructura urbana adecuada para desplazarse con seguridad y acceder a los espacios públicos y privados en los centros de población. Independientemente del tamaño que tengan estos, se hace necesario que personas con algún tipo de discapacidad puedan desenvolverse lo más independientemente posible en calles, banquetas, cruces de vialidades, plazas, parques, unidades deportivas, núcleos culturales, áreas de convivencia, edificios de servicio, centros de trabajo y espacios educativos.
Aunque existe suficiente información relacionada con la discapacidad y mayor sensibilidad social para mejorar las condiciones de vida de este sector poblacional. Todavía nos enfrentamos a varios prejuicios sociales, carencias en la infraestructura para movilidad y accesibilidad en los espacios públicos y privados.
El espacio social es vital para los ciudadanos; es un lugar en el que existe la interacción de seres humanos independientemente de sus características socioeconómicas y morfológicas. No debemos dejar de lado que las personas con algún tipo de discapacidad requieren de mayores facilidades para integrarse a estos sitios y que esto implica voluntad y esfuerzo de los actores políticos y sociales.
En nuestro país se ha venido legislando al respecto en todos los niveles, para que en los planes y programas gubernamentales se consideren las acciones y obras necesarias para lograr que quienes permanecen aislados, a causa de alguna discapacidad temporal o permanente, tengan la facilidad de salir de sus hogares, desplazarse por las áreas urbanas y acceder a los espacios públicos sin restricciones ni barreras.
En Michoacán hay acciones concretas para que en nuevas obras de infraestructura urbana o en las de mejoramiento de la existente, se tomen en cuenta los lineamientos y recomendaciones establecidas en las leyes y en las especificaciones técnicas relacionadas con este aspecto; a pesar de lo anterior, se requiere de un mayor esfuerzo para lograr cubrir las carencias que aún tenemos; por lo que se hace necesario realizar un análisis de la legislación y la normativa existentes para determinar con toda certidumbre las bases para la elaboración de los planes de desarrollo urbano municipales. Mejorar la accesibilidad e inclusión de personas con discapacidad hará que se logre el disfrute pleno de la ciudad, como derecho fundamental que toda persona debe ejercer.
Referencias
García Espinoza, S. (2019). Una ciudad con discapacidad. El derecho a la ciudad. https://americanovictor.com/una-ciudad-con-discapacidad-el-derecho-a-la-ciudad-columna/
Joseph Isaac. (1988). El transeúnte y el espacio urbano; ensayo sobre la dispersión del espacio público. Barcelona: Gedisa.
Orozco, R. (2018). Luis Ventura de la. Derecho a la accesibilidad de personas con discapacidad motriz a espacios públicos. (Tesis). Morelia: UNLA.