Por: Mtro. Alejandro Durán Moctezuma
En perseguirme, Mundo, ¿qué interesas? ¿En qué te ofendo, cuando sólo intento poner bellezas en mi entendimiento y no mi entendimiento en las bellezas?
Sor Juana Inés de la Cruz
En esta actualidad que te rodea encontrarás un sinnúmero de opciones de entretenimiento vago y fugaz: videos cuya duración debe ser cada vez más corta; memes cuyo sentido del humor radica en que no lo tiene; canciones que no superan los tres minutos para obligar al usuario a generar más reproducciones; en contraste, también verás cada vez más filtros para las fotografías y series de streaming con muchas temporadas, todo diseñado para consumir la mayor cantidad posible de tu tiempo.
Si lo piensas bien, el interés en estas plataformas se resume en dos circunstancias: la oportunidad y la popularidad. La primera circunstancia se refiere a la facilidad de acceder a este contenido, siempre disponible en nuestro bolsillo, y la segunda circunstancia se refiere a la necesidad de estar en sintonía con lo que los demás conocen. Nadie te dice que consumir estos contenidos esté mal, pero hoy quiero invitarte a que le des oportunidad a un material distinto.
Pienso que, al igual que el contenido en las redes sociales que tanto te gusta, la literatura también te ofrece opciones, opiniones y consejos que sirven para tu día a día; la única diferencia es que los libros fueron escritos, y lo siguen siendo en la mayoría de los casos, por personas que se han tomado mucho tiempo para reflexionar sobre las historias e ideas que plasman en los textos, escritos con una técnica depurada y que han corregido una y otra vez antes de publicarlos, por lo que además exigen la misma atención a sus lectores. Como seguramente comienzas a notarlo, es lo opuesto a lo que ofrecen las plataformas digitales. En efecto, es necesario que comprendamos que algunas cosas requieren quietud y esfuerzo, aunque eso no quiere decir que sea complicado, aunque sí complejo.
Ahora bien, como profesor de Literatura, considero que una de las actividades que los alumnos más han aprovechado es el elaborar un monólogo sobre la vida de Sor Juana Inés de la Cruz, la llamada décima musa y una de las mejores poetas mexicanas y de todo el mundo hispanoparlante. En esta dinámica, mis queridos alumnos escribieron una pieza teatral en donde el fénix de México contaba su vida, dando énfasis en los sucesos y logros que ellas y ellos consideraban más importantes; esta experiencia me pareció muy valiosa para encarnar las oportunidades que la literatura nos ofrece.
Pude distinguir, al leer los trabajos de mis talentosos alumnos BUNLA, que realmente lograron asimilar la vida y pensamiento de la escritora novohispana, dándole una voz poderosa y sabia al admirado personaje. Lo que es más, me resultó especialmente gratificante el que muchas jóvenes encontraran en la figura de Sor Juana un estandarte de los derechos de la mujer además de una inteligencia grandilocuente, logrando comprender el privilegio que representa su oportunidad para estudiar y dedicarse a lo que ellas decidan, aunque claro, sin dejar de reflexionar sobre los grandes retos que aún nos queda por resolver a este respecto. No hay pues mayor recompensa para un profesor que el conectar a sus estudiantes con el gran conocimiento del espíritu humano.
Así, todos los estudiantes descubrieron la oportunidad de encontrarse con las voces de otros tiempos, con sus ideas y sentimientos, nunca mejores o peores, aunque sí más poéticos. La literatura ofrece la oportunidad de reencontrarse con personas y pensamientos que ayudarán a entender nuestra vida, sea cual sea el momento en que lo leemos, pero además servirá para comprender la vida de los demás. Considero por ello que la idea de la Literatura como una ventana a otros mundos un tanto inexacta, pues el objetivo de esta debe ser embellecer y reflexionar sobre nuestro mundo, aunque sus historias no se narren en nuestro entorno.
En una realidad que exige cancelaciones y normalización, yo quiero invitarte a dirigir tu mirada a la caleidoscópica pluralidad de los libros; no importa qué tipo de historias te gusten, siempre hay alguna indicada para ti. Además, las opiniones fugaces y filtros en nuestras fotos se pueden revertir con la inmortalidad de la palabra escrita en las páginas de papel que nunca nos abandonan; los libros son una lupa que aumenta nuestro espíritu y capacidad de reflexión.
Te invito, en fin, a que de vez en cuando dejes de poner tu entendimiento en la belleza fugaz, y que pongas belleza en tu entendimiento, sin importar que sea igualmente fugaz.