Por Luis Felipe Leal Santillán, alumno de la licenciatura en Contaduría Pública del Sistema Ejecutivo de la UNLA
La RAE define ‘curiosidad’ como la inclinación por aprender algo que no se conoce. Si alguna vez has observado a un infante descubrir su entorno, pareciera ser parte de la esencia el aprender. Durante la infancia conocemos el mundo con esta herramienta; es eso que nos lleva a comer cosas que ahora simplemente no comeríamos, también fue esa la que nos metió en aprietos, en mi caso mi cabeza quedó atrapada entre dos barrotes de una reja… Pero sin esta curiosidad nata, realmente no hubiéramos sabido qué cosas eran peligrosas, placenteras, qué nos gusta y muy importante lo que no nos gusta.
Sin embargo, esta chispa se va apagando en muchos casos al ser absorbidos por el ‘deber ser’, porque después de la escuela, muchos nos enfocamos en el trabajo, la familia, el coche, la casa y todo aquello que pensamos o creemos necesitar y nos lleva a ese estado de satisfacción y nos creemos completos, dejando de lado incluso nuestro desarrollo personal.
Y cuando creía que ya tenía una carrera, ejerciera o no, me gustara o no, ya estaba completo y necesitaba enfocarme en los demás ‘pendientes’, hasta que la vida me fue llevando por un camino que no esperaba, justamente en mi trabajo redescubrí mi gusto por los números, entonces decidí incorporarme al Sistema Ejecutivo de la UNLA, a la carrera de Contaduría Pública, donde gracias a los maestros tan increíbles que han tocado mi vida, no solo en lo académico.
Tener contacto con personas nuevas fue amenazador al principio y me generó ansiedad, en mi caso, llegó el punto donde no pude imaginar mi vida de la misma manera, después de conectar con estas personas tan capaces y entregadas a sus empleos, que dominan y gustan de los temas que imparten, fue una gran motivación para mí, para continuar y afrontar todo lo que trajera esta nueva experiencia.
Claro que al principio se activaron mis miedos e inseguridades, porque mi mente ha estado acostumbrada a trabajar siempre desde lo lógico-matemático, y fue nuevo enfrentarme a una retícula donde hay áreas del conocimiento que van destinadas a desarrollar el lado de las ciencias sociales con las cuales no me sentía nada cómodo. Sin embargo pasó algo muy curioso, en mi primer cuatrimestre cursé Taller de diálogo Transdisciplinar, impartido por la Dra. Yirlem, cuya habilidad para plantear temas y lecturas dentro de su materia, me llevaron a cuestionar el estatus quo, me hizo llegar a la realización de que yo me estaba resistiendo la experiencia, posiblemente por mi ideas preconcebidas con base a experiencias pasadas, y ante esto decidí tomar todo como la primera vez, lejos de cualquier experiencia del pasado, después de todo yo ya no soy ese Luis Felipe de hace 10-15 años. Así como en este momento ya no soy ese Luis Felipe de hace 10 meses, incluso no soy el mismo de ayer. Y esta idea de que lo único constante es el cambio, me llevó a integrar y reconectar con esa curiosidad.
Ante cualquier tema nuevo, llegar a él como un niño, con esa apertura a las nuevas ideas, conceptos y estructuras mentales de otras personas, y al final seguir construyendo mi visión, apoyado con esta curiosidad por el saber y experimentar de nuevo la escuela desde una plataforma más inocente, más abierta a las posibilidades y con hambre por entender más sobre la realidad y sobre mí, porque al final si somos curiosos podemos llegar a conocernos a profundidad y para mi ese medio de descubrimiento fue la escuela.
Y ya para terminar, me gustaría dejarte unas cuantas preguntas que me ayudaron a desempolvar mi caja de herramientas. ¿Qué te llamaba la atención de niño?, ¿qué disfrutabas jugar?, ¿con qué actividades perdías la noción del tiempo?, ¿qué tan presente está lo ya mencionado en tu vida actual?, ¿qué habilidades admiras en los otros?, ¿qué conocimiento no académico te intriga? Y así ir poco a poco explorando estas preguntas y respuestas te puede ayudar a encontrar eso que ayude a activar tu curiosidad y después expandirla a todas las áreas de tu vida. Es como leer, si quieres hacerlo, es necesario encontrar un tema que te apasione, tomar un libro y no soltarlo hasta terminarlo.