Por Xóchitl Tavera Cervantes y estudiantes del segundo semestre de la licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica de la UNLA
Pensar en la lengua únicamente desde la ortografía o la sintaxis es restarle un carácter trascendental que solemos no tener en consideración. Todos los idiomas están íntimamente arraigados con una cultura y, por lo tanto, representan en gran medida lo que somos como grupos sociales.
Al perdernos entre sujeto, verbo y predicado —que quedan plasmados a lo largo de planas y planas durante los primeros años de nuestra vida escolar—, es fácil restarle interés al español, es decir, difícilmente reflexionaremos sobre qué hablamos y cómo lo hablamos; o que creamos que todo México habla del mismo modo. Así, perdemos de vista los matices de pronunciación, modismos o indigenismos presentes en la cotidianeidad.
Tampoco reparamos mucho en la forma en la que la lengua puede funcionar incluso como medio de discriminación. Por ejemplo, ¿alguna vez te has preguntado por qué una forma recurrente de atacar a las personas es burlarse de ellas por la manera en que pronuncian o escriben una palabra? ¿Te has fijado cómo solemos empeñarnos en decirle a alguien que «así no se dice»? ¿Has notado que las peleas en redes sociales a veces terminan por demeritar la voz de alguien, si no escribe algo gramaticalmente correcto?
Todo esto nos demuestra el eminente carácter social que tienen las lenguas y el porqué es importante reconocer que el idioma no es un ente aislado que habita en un mundo alejado de nosotros. Creamos, aprendemos, reflexionamos, amamos y hasta odiamos mediante una lengua.
Las variantes del español (México, Latinoamérica, España, Filipinas, etc.) merecen ser respetadas y valoradas. Es muy importante mostrar respeto hacia nuestras palabras e intentar identificar cómo es que cada una nos demuestra las tradiciones y costumbres que se han tejido tras ellas. Aunado a ello y pese a cualquier pronóstico o prejuicio, el español sigue siendo un idioma con un gran número de hablantes a nivel mundial y continúa en los primeros lugares de aprendizaje de lenguas extranjeras. Los procesos de conquista, dominación o hegemonía no han logrado disminuir su presencia global.
Hoy, reconocemos nuestra identidad mexicana en el español, sin embargo, no debemos olvidar que el idioma cohabita con las lenguas indígenas y la Lengua de Señas Mexicana, las cuales nos brindan muchas otras puertas a los universos que viven en ellas.
Reconocernos como hablantes es reconocernos en nuestra humanidad, individualidad y comunidad con el mundo. Conocer una lengua no debería ser una labor meramente académica o especializada, pues todos y todas podemos utilizarla. Somos parte de ella, la integramos, la mejoramos y la alteramos. Por eso, deberíamos interesarnos en aprehenderla y no solo aprenderla, ya que, como bien dice el profesor Mario Montalbetti, «Una lengua no examinada no merece hablarse».
Para el grupo de segundo semestre de la licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica de la UNLA, conocer sobre estos temas brinda un panorama que no solo se centra en la cuestión ortográfica ni en las —a veces absurdas— reglas de la Real Academia Española (RAE) o cualquier otra institución, sino también en las raíces y cambios de los pueblos, como se puede apreciar en las siguientes reflexiones:
Maydelline Flores
«Al decir idioma, lo primero que pensamos es en que nos sirve para comunicarnos, para expresarnos adecuadamente; pero realmente considero que también nos permite comprender más, es decir, adentrarnos en la historia, en sus orígenes; y observar que con el paso del tiempo se dan cambios».
Suny Moreno
«Es muy interesante conocer sobre todas las variantes del español o cualquier otra lengua y cómo cada comunidad le va dando su toque o esencia —hasta su propio tono—, haciendo de ella una diversidad cultural, un identificador del lugar de nuestro origen y de qué tan jóvenes o viejos somos».
Perla Corona
«Las lenguas muestran las maneras y experiencias de ver el mundo de los hablantes, por eso, al lenguaje se le considera universal, ya que cada comunidad, grupo, pueblo o sociedad construye su propia forma de ser y comunicarse».
Pablo Hassan
«Es de suma importancia conocer nuestro idioma de una manera amplia, ya que nos facilita la forma en que nos comunicamos, además de otorgarnos ese poder de encontrar las palabras justas, cuando solemos tener algún bloqueo del habla. También se presta para evitar incoherencias o fallas en la comunicación».
Ennya Moreno
«En México, el español es la lengua dominante, pues se usa para toda la información funcional, como la documentación oficial. Por esto, es fundamental aprenderlo en el país. Su importancia global se debe a que es el segundo idioma más hablado del mundo».
Ángel Amador
«La lengua y la cultura están íntimamente ligadas, dado que la lengua refleja las experiencias y formas de ver el mundo que tienen sus hablantes; la lengua provee identidad y pertenencia a un lugar, por eso, los idiomas son puertas a mundos diferentes».
Andrea Hernández
«Existen muchas variantes lingüísticas, especialmente en nuestro idioma. Discriminar a las personas que no hablan de la misma manera que tú es triste, creo que deberíamos de abrirnos un poco más y prestar más atención a estos detalles, que pueden ser muy característicos de nuestra lengua. Hay una diversidad enorme en nuestro país, condición que nos hace humanos».
Alan Mejía
«El lenguaje está presente en todas las esferas de la sociedad, sin distinción de género, estrato social y/o formación académica. Todos lo utilizamos. Por eso es que, a partir de él, es posible hacer análisis culturales del hablante, de cómo se relaciona con el otro, interpreta y dialoga con otras culturas».
Victoria Morán
«El español es el idioma más hablado entre las lenguas romance. La lengua es un elemento vivo e increíble, que es de quién la habla. Ninguna institución puede regir lo que es correcto o incorrecto para ella».
Vanessa Mondragón
«Todo mundo se equivoca, y aun más cuando estamos aprendiendo un idioma con el que no crecimos desde pequeños. El discriminar a alguien por intentar comprender mejor un idioma —y estar en un proceso de prueba y error— es absurdo».
Valeria Pérez
«No es necesario ni correcto discriminar a una persona por tener un error de ortografía y/o habla, es sumamente normal que las personas tengamos errores algunas veces en estos aspectos».
Julio Herrera
«Es importante conocer nuestro idioma, ya que podemos comunicar algo de mejor manera, si sabemos de la evolución de nuestra cultura, la cual nos ha ayudado a transmitir conocimientos, comunicarnos por generaciones y establecer un vínculo entre personas. Asimismo, permite entender y descubrir nuevas formas de pensar y ver la realidad».
Karla Rodríguez
«Es importante tener conciencia de nuestro idioma por razones culturales: si nosotros mismos no lo conocemos, ¿cómo seremos capaces de extender nuestra cultura? La lengua es la base de la misma».
Perla González
«Las lenguas son la puerta a realidades diferentes, porque se interrelacionan con el contexto social, cultural, económico e histórico del hablante. Incluso en una misma ciudad existen variantes de una misma lengua, gracias a las relaciones y experiencias propias y pasadas: la forma de hablar de alguien es un gran indicador de su entorno».
Jéssica González
«El español es un idioma bastante complejo, con muchas formas de tiempos verbales. Además, es distinto en todos los países, pues posee variantes en cada uno y en sus respectivas regiones. Por ejemplo, México tiene dialectos del español en Yucatán, Michoacán, Estado de México, Monterrey, etcétera».
Galilea Melchor
«Es importante conocer nuestro idioma y su uso, porque debemos de saber de dónde venimos. El español es de suma importancia en México y en el mundo, pues es la lengua materna de más de 477 millones de países y el idioma oficial de 21 naciones».