Por Dr. Jorge A. Amante Urbina
Es indudable que el mundo empresarial está viviendo tiempos de cambio que nos obligan a reflexionar. La limitación de ingresos y oportunidades exigen decisiones certeras que garanticen la permanencia en el mercado. La falta de ingresos motivados por la disminución de actividad económica es palpable en los núcleos sociales, causando el cierre de muchos establecimientos que no tuvieron la posibilidad de seguir adelante. Ante este tipo de escenarios al que nos enfrentamos hoy en día, se hace evidente la necesidad administrar de una forma precisa y adecuada los recursos con los que se cuentan a fin de encauzarlos a la obtención del mayor provecho posible. El manejo del patrimonio, los recursos humanos, financieros y tecnológicos son la respuesta a un sostenimiento en el mercado.
Quizá esta sea una de las razones por las que se ha despertado un auge por el estudio de las ciencias administrativas, interés que ha permeado no solo en grandes empresas sino también en las micro y pequeñas. La proyección administrativa es hoy una herramienta básica de cualquier ente económico y se reconoce como factor fundamental, de ahí la importancia de contar con la preparación y el análisis de información que nos permita tomar mejores decisiones. Los beneficios de una administración eficaz son trascendentes para todo el entorno económico de las empresas, pues gracias a esto, no solo se asegura la supervivencia sino su crecimiento, lo que genera certidumbre social y el mantenimiento de fuentes de empleo gracias a estrategias administrativas viables y efectivas.
Así, ante nuevos paradigmas se requieren de nuevas estructuras administrativas acordes a las novedades que se nos plantean, por lo que son necesarios profesionales de alto nivel de preparación académica en materia administrativa que coadyuven a la correcta toma de decisiones.
El economista Herbert Alexander Simon, quien fuera Premio Nobel de Economía en 1978, nos hablaba de la importancia desarrollar conceptos apegados a la teoría de la administración, pero con relevancia empírica que fueran aplicables en distintas realidades, es decir, pasar de la teoría a los hechos. Sus palabras dejan clara la importancia de los estudios académicos en las ciencias administrativas de alta especialización.
El proceso administrativo debe ser integral para garantizar su máximo rendimiento; de aquí la importancia de una planeación estratégica para reducir costos, optimizar sus recursos y elevar su productividad, lo que le permitirá permanecer en el mercado y ser competitivo. Además, un aspecto de importancia que debe ser debidamente cuidado es el fiscal, ya que de no tener un manejo adecuado implicaría altos costos en el pago de contribuciones y el desaprovechamiento de beneficios que la misma ley le otorga.
Administrar es innovar para lograr el posicionamiento en un mundo cada vez más competitivo. El manejo del patrimonio y la búsqueda de oportunidades encuentra su vínculo con la materia fiscal, al eficientar los recursos para ser más productivos sin descuidar el debido cumplimiento de las obligaciones fiscales. La estrategia fiscal y el correcto manejo de las cargas tributarias son un eslabón fundamental en la administración de cualquier ente económico, esto permitirá suavizar su impacto permitiéndole orientar sus esfuerzos en decidir y alcanzar sus objetivos en el corto, mediano y largo plazo.
El Doctorado en Ciencias Administrativas de la Universidad Latina de América ofrece estudios de alto nivel para aquellos estudiosos de la materia fiscal y de otras áreas afines al coincidir en la planificación, organización y control de recursos financieros, materiales, humanos y tecnológicos que permitan al alumno profundizar en áreas del conocimiento para el fortalecimiento del desarrollo profesional y académico, formando parte de un selecto grupo de profesionistas que son autoridad en el tema y brindado una posición privilegiada en el campo laboral y académico.