Publicado el 2021-01-08 en Licenciatura

Las luchas feministas y la violencia de género: revolución y resistencia

Por Elvia Higuera Pérez

 

Durante las últimas décadas la lucha de las mujeres por lograrmejores condiciones de vida, igualdad y dignidad ha presentado significativos avances. Sin embargo, es importante destacar que nada de ello habría sido posible sin el contenido político, filosófico y social del movimiento feminista en el mundo.

 

 

El movimiento feminista ha trastocado de manera histórica las instituciones jurídicas, políticas y sociales. Mismo que, a partir de un proceso de concientización colectiva, ha visibilizado las condiciones de violencia, desigualdad y discriminación en el cual aún viven millones de mujeres en el mundo y en México.

 

En un plano internacional podemos dividir en cuatro etapas las luchas de las mujeres, pues se tratan de movimientos que se han nutrido y teorizado a través de la lucidez de la escritura, de la argumentación política y jurídica de mujeres que han pugnado por mejorar las condiciones de vida no solo de ellas sino para las otras y los otros, buscando que la igualdad, más allá de lo establecido en los marcos jurídicos, se traduzca en la posibilidad real de acceder a los mismos derechos, oportunidades y resultados para las mujeres.

 

La lucha de las mujeres inicia con lo que se denomina la Primera Ola o el feminismo ilustrado, que temporalmente lo podemos ubicar en la Revolución Francesa hasta mediados del siglo XIX. En esta etapa el feminismo constituye una vindicación ética de la condición de las mujeres. Durante la ilustración se va tejiendo un discurso a partir de la teoría de la igualdad. En este primer momento podemos encontrar a Mary Wollstonecraft. Parte de su obra está dirigida a cuestionar las bases formales e informales mediante las cuales se educa de manera diferenciada a las niñas y niños a partir de argumentos biológicos y el cómo ese constructo social va a producir una serie de desigualdades tanto en la vida privada como pública para las mujeres.

 

Mary Wollstonecraft es autora de la Vindicación de los derechos del hombre (1791) y la Vindicación de los derechos de la mujer (1792). En ambos libros condena la educación que se brinda a las mujeres. Pedía una educación igualitaria y que la universidad fuera gratuita para ambos sexos. Mary Wollstonecraft, educada bajo los roles rígidos de la época, cuestiona por primera vez la educación que se brinda a las mujeres, misma que se caracteriza por reconocer en ellas valores como la debilidad, el ser eternamente encantadoras, delicadas, suaves, sensibles y de gusto refinado, incapaces de valerse por sí mismas y por permanecer en un estado de eterna infancia, restándoles toda capacidad de decisión, racionalidad y capacidad.

 

A su vez, Olympe de Gouges escribe la Declaración de los Derechos de la Mujer y la Ciudadana en el año de 1791, siendo el primer documento no oficial en la historia de los derechos humanos dirigido a las mujeres. El planteamiento de Olympe de Gouges era claro: libertad, igualdad y derechos políticos, especialmente el derecho de voto, para las mujeres.

 

Otro momento de suma valía para el movimiento de las mujeres fue el de la Segunda Ola o el feminismo liberal sufragista. Lucha de carácter internacional que tuvo por esencia lograr el ejercicio del derecho político al voto para las mujeres y con ello ser consideradas como ciudadanas. La fuente de inspiración para este movimiento fue la obra El sometimiento de la mujer de John Stuart Mill y Harriet Taylor. Este proceso de lucha inicia con la Declaración de Seneca Falls de 1848, siendo Estados Unidos de América el primer país en aprobarlo en el año de 1920 y Suiza el último al concederlo en el año de 1971, en el caso de Estado Mexicano se aprueba el 17 de octubre de 1953.

 

El feminismo contemporáneo se ubica dentro de la Tercer Ola, que inicia en la década de los sesenta. Las mujeres se suman a las luchas contra la discriminación racial, contra la guerra de Vietnam y a favor del movimiento por la paz. Las demandas se van a centrar en cuestionar el orden patriarcal que impera y piden un cambio en los valores y paradigmas, tanto en lo social como en el ámbito de la justicia. Lo personal se vuelve político y el movimiento va a debatir cómo las mujeres son utilizadas y cosificadas sexualmente en los medios de comunicación y la publicidad; se empieza a hablar de la sexualidad femenina y el derecho a decidir sobre sus cuerpos mediante el uso de métodos anticonceptivos, el derecho al aborto y el combate a la violencia contra las mujeres. Los análisis se realizan desde los marcos interseccionales considerando que factores como la raza, clase, etnia, condición de discapacidad y orientación sexual van a ser determinantes para agudizar la violencia y discriminación contra las mujeres.

 

Una obra que servirá como sustento teórico en esta tercera ola será El Segundo Sexo, obra magistral para el movimiento feminista internacional. Este libro fue escrito en el año de 1945 por la filósofa francesa Simone de Beauvoir y a través de él nos lleva a la comprensión de que mujeres y hombres no estamos determinados biológicamente en cuanto a actitudes, roles y comportamientos, sino que somos producto de un sistema social y cultural que nos determina y a partir de este proceso de ̈construcción” es cómo actuamos y respondemos a aquello que tanto en el ámbito privado como en el público se espera de nosotros.

 

La obra de Simone de Beauvoir con el pasar de los años se va a convertir en la biblia del movimiento feminista (cuya lectura es obligatoria para cualquier persona que se asuma como tal), pues a partir de sus planteamientos políticos y filosóficos se puede comprender cuáles son las estructuras e instituciones que mantienen un modelo de organización social y familiar patriarcal que legitima y reproducen el abuso de poder, la discriminación, desigualdad y violencia contra las mujeres.

 

Otra obra que no podemos dejar de mencionar es la Mística de la Feminidad de Betty Friedan, psicóloga feminista norteamericana que analiza los procesos de depresión que vivieron las mujeres en Estados Unidos en la postguerra, ya que una vez que se habían incorporado al mercado laboral, probando con ello el sabor de la libertad y autonomía económica, pero que una vez que su mano de obra ya no era necesaria pues los hombres regresaron de la guerra y se incorporaron al mercado laboral, ellas fueron devueltas al espacio doméstico y sometidas nuevamente a los roles de género propios de su condición de ser mujeres.

 

Como se podrá ver, la literatura feminista que se ha ido generando desde lo político, filosófico y económico va a ser la fuente de inspiración para las diversas luchas feministas que se van a gestar desde el espacio académico por mujeres en condiciones privilegiadas, pero con una clara conciencia de cómo las estructuras sociales, políticas y culturales van a oprimirlas al igual que someten a la obrera, campesina y ama de casa.

 

El movimiento feminista se ha diversificado, de los feminismos de la igualdad, de la diferencia y del feminismo socialista hemos transitado al ecofeminismo, feminismo comunitario, feminismo intercultural, entre otras y valiosas posturas.

 

En la actualidad podríamos decir que estamos en la Cuarta Ola y las mu- jeres seguimos librando diversas luchas por la vida, la libertad y la dignidad. Movimientos como Nuestras Hijas de Regreso a Casa, que surge en el 2001 en Ciudad Juárez, tiene como finalidad realizar acciones contra la violencia feminicida que se presentaba desde el año de 1993 en ese Estado. #NiUnaMenos surge en Argentina en el año 2015 como una lucha universal contra las muertes violentas de mujeres y en poco tiempo se internacionaliza por toda Latinoamérica, el Caribe y Europa. #MeToo surge en 2017 y pone en evidencia como casi todas las mujeres en diferentes espacios y momentos hemos transitado por un hecho de agresión sexual o acoso. Marea Verde aparece en Argentina en el 2018, cuando en ese país se votó sobre la despenalización del aborto para que este fuera legal y gratuito y el pañuelo verde se convirtió en la bandera por el derecho a elegir. Finalmente, el colectivo feminista Chileno, Las Tesis, surge en 2019 y, retomando los planteamientos de la antropóloga Rita Segato, crea el performance contra la violación “Un violador en tu camino” impregnando de frescura, juventud y creatividad el movimiento feminista, sacudiendo al mundo entero y logrando su réplica en casi todos los países.

 

Algo que caracteriza el movimiento feminista durante los últimos años y que pone de manifiesto el hartazgo, dolor y cansancio ante la violencia que cada vez se agudiza más contra las mujeres, es que este se ha radicalizado y cada vez tenemos que recurrir a medidas o bien creativas o bien intransigentes, lo cuál es objeto de críticas, cuestionamientos, señalamientos y burlas, sin embargo, nuestra ideología nos refrenda que estamos del lado correcto, pues la lucha por la vida, la libertad y la dignidad es lo que nutre todas las manifestaciones de mujeres.

 

Estamos en un momento histórico y sin duda de trascendencia para la vida social y política del país y el mundo, el feminismo ha alcanzado una visibilidad mediática poco vista en los últimos años, la lucha se ha traducido en exigencia de mayores espacios en la vida pública, del reconocimiento de la violencia contra las mujeres, de la desigualdad salarial de la invisibilización del feminicidio, entre otros grandes problemas que permanecen y agudizan la brecha de desigualdad entre hombres y mujeres.

 

Por ello, una de las grandes aportaciones del feminismo y de los movimientos progresistas ha sido poner el tema en el centro del debate en el país y el mundo, la desigualdad entre hombres y mujeres, exigir que las estructuras del patriarcado se modifiquen, transformen y generen condiciones de vida y de igualdad para todas las personas. No obstante, persiste la resistencia al feminismo, tan solo el termino polariza y escandaliza a una sociedad que a pesar de la violencia cotidiana y discriminación de género, se perpetúa en la negativa de que los hombres renuncien a sus privilegios al igual que algunas mujeres que se resisten a los cambios y a renunciar a los estereotipos que se nos han inculcado desde nuestra niñez para alejarnos de un papel activo en la sociedad, con la intención de invisibilizar los problemas de género, sin embargo, somos más las mujeres que estamos empujando hacia una nueva era en la cuál la forma de entender las relaciones entre hombres y mujeres será diferente.

 

Hoy, las mujeres nos seguimos mante- niendo en un estado de alerta y resisten- cia, de manera sistemática tenemos que seguir apropiándonos del espacio público para visibilizar la muerte, desaparición y violación de alguna de las nuestras. Estamos convencidas de que nuestras voces se tienen que seguir escuchando cada vez que nos falte una mujer, niña o adolescente, tendremos que seguir gritando cada vez más fuerte hasta que el derecho a elegir sobre nuestras vidas y cuerpos sea una realidad, porque al final de día, se podrán cuestionar los medios, pero jamás las causas y nuestras causas son y seguirán siendo legítimas, las de la justicia, el derecho a una vida libre de violencia, a la no discriminación y la igualdad.

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