Publicado el 2023-06-23 en Internacionalización Y Movilidad

Movilidad académica: un viaje que cambió mi vida

Por: Natiely López Méndez, alumna de la Licenciatura en Mercadotecnia 

 

¡Hola a todos! Soy Natiely López Méndez, estudiante de la licenciatura en Mercadotecnia y estoy aquí para compartir mi increíble experiencia de movilidad académica en la Universidad de Vigo, España. Durante mi último semestre, tuve la oportunidad de conocer más sobre el mundo de la Publicidad y las Relaciones Públicas en un entorno completamente nuevo para mí. 

 

Debo confesar que tomar la decisión de irme de movilidad académica fue muy difícil para mí, aunque me emocionaba la idea, también sentía mucho miedo. No podía imaginarme sola en otro país, sin conocer a nadie y empezar una nueva vida desde cero. A pesar de los obstáculos y el miedo de salir de mi zona de confort, quiero expresar mi profundo agradecimiento a Joss, mi directora, y al departamento de movilidad académica, quienes estuvieron conmigo durante todo el proceso y me animaron a seguir adelante. Ahora, cinco  meses después, estoy de regreso, llena de emociones, experiencias y nuevos aprendizajes para compartir con ustedes. ¿Están listos?

 

Quiero comenzar contándoles que desde mi adolescencia siempre soñé con viajar a Europa, era un sueño que no pensé que se fuera a cumplir tan pronto. Aún recuerdo ese 11 de noviembre del  2022, cuando recibí mi carta de aceptación de la Universidad de Vigo, estuve en shock varios días porque me di cuenta de que no solo iba a viajar a Europa, sino que también tendría la oportunidad de estudiar y vivir allí durante un semestre. 

 

Travesía de Vigo

Lo primero que hice fue ponerme en contacto con ESN (Erasmus Student Network), una organización que apoya a los estudiantes de intercambio. Además, tuve la gran fortuna de encontrar en Instagram a una chica mexicana que estaba estudiando en la misma escuela a la que iba a asistir. Después de ver sus fotos, no dudé en escribirle. Xime se convirtió en mi salvadora y resolvió todas mis dudas. Por casualidad y azares del destino, todo salió perfectamente bien, y a través de ella conocí a Christian y a sus compañeras de piso, quienes me recibieron con los brazos abiertos, ellas también eran mexicanas y estaban buscando nuevos compañeros, porque pronto dejarían su piso en Vigo. En ese momento, nunca imaginé que Travesía de Vigo no solo sería mi piso, sino mi segundo hogar. 

 

Christian me proporcionó toda la información y me agregó al grupo de WhatsApp. Estaba emocionada por conocer a mis nuevas compañeras de piso hasta que me di cuenta de que casi no hablaban español, solo polaco e inglés. ¿Adivinen quién eligió España porque hablaban español? Exacto, ¡fui yo!

 

Desde el momento en que llegué a mi destino, sentí una mezcla de emoción y nerviosismo. Todo era nuevo y desconocido, pero estaba decidida a aprovechar al máximo esta oportunidad. La primera semana conocí a mis compañeras de piso, Marta e Iza, que eran de Polonia, supe que seríamos grandes amigas. Con el paso de los días, se convirtieron en mis madres, ya que siempre cuidaban de mí porque era la más joven de la casa. 

 

 

Durante mi estancia, tuve el privilegio de conocer a personas de diferentes culturas y tradiciones. Desde el equipo de Surykatkas, un grupo de estudiantes con los que compartí increíbles momentos y que se convirtieron en mi familia , mi equipo favorito, conformado por estudiantes de intercambio de diferentes países: Italia, Polonia, Francia, Bélgica, España, Marruecos, Grecia, Chile y, por supuesto, México, surgió el nombre de SURYKATKA ya que se pronunciaba igual casi en todos los idiomas y durante mi estancia se convirtieron en mi familia, nunca faltaron las cenas y las reuniones en Travesía de Vigo, compartimos muchos momentos y exploramos la ciudad juntos. (Chicos, si leen esto desde sus respectivos países les mando un gran abrazo) «Juntos contigos siempre» como decía mi querido amigo Simon, que estaba aprendiendo español.

 

Principales retos 

Al principio, la adaptación a mi nuevo entorno académico fue un desafío, ya que me costó mucho trabajo hacer amigos en la escuela, me sentía muy perdida, pero luego tuve la suerte de conocer más amigos extranjeros de México y Panamá. Fue así como construí mi círculo social.

 

Sin embargo, con el tiempo y gracias al apoyo de algunos de mis amigos, en especial Edu, Lupita y Ainhoa, quien fue mi primera amiga en la universidad, así como también algunos de mis profesores, me ayudaron a crecer y logré superar mis miedos. Me esforcé por dar lo mejor de mí en mis estudios, logrando aprobar todas mis materias.

 

Otro de los retos a los que me enfrente fue el idioma. Si bien la mayoría de mis clases eran en castellano, algunas otras eran en gallego, la lengua autónoma de Galicia, y a veces me costaba un poco entender el contenido. 

 

En cuanto a la gastronomía, me gustó mucho la tortilla de patata, el pulpo, la cerveza de Galicia y el vino de Oporto, pero no puedo negar que extrañé mucho la comida mexicana, en especial el picante, el aguacate y las tortillas de maíz. Me costaba mucho cocinar, ya que todas mis comidas llevaban tortilla y fue un reto muy grande acostumbrarme más al pan y a la pasta. Sin duda alguna valoré mucho más la gastronomía mexicana y me emocionaba compartir un poco de ella con mis amigos.

 

Aprendizajes

Estas experiencias  han transformado mi vida de una manera extraordinaria. Me ofrecí como voluntaria en una escuela para compartir más sobre la rica cultura mexicana con los niños. Fue una oportunidad única para transmitirles mi pasión por mi país y, al mismo tiempo, aprender más de ellos.

 

Aprendí a ver a través del lente, descubrí el poder de la fotografía para capturar momentos especiales y comunicar historias emocionantes.  Ahora, cada vez que levanto mi cámara, sé que estoy capturando algo más que simples imágenes, estoy capturando recuerdos, emociones y el espíritu de las personas y lugares que encuentro en mi camino.

 

También decidí hacer mi primer viaje en sola, mi destino soñado siempre había sido París, una ciudad muy rica en historia y una belleza incomparable. Emprendí este viaje con emoción y cierta dosis de nerviosismo. Sin embargo, descubrí que viajar en sola me permitió experimentar una libertad sin restricciones y aprender a disfrutar de mi propia compañía. Fue una oportunidad para conocerme a mí misma en un nivel más profundo y descubrir mis propias fortalezas y deseos.

 

A medida que exploraba las calles empedradas de París, me encontraba con personas increíbles de todo el mundo. Compartimos historias, experiencias y perspectivas que enriquecieron mi comprensión del mundo y me inspiraron aún más a descubrirlo.

 

 

También logré encontrar un balance entre mi vida personal y profesional. Antes, estaba tan enfocada en mis responsabilidades laborales  que descuidaba mi bienestar personal. Pero ahora, aprendí a priorizarme a mí misma y a disfrutar de las cosas que me apasionan fuera del trabajo.

 

Estos momentos me han recordado que la vida está llena de oportunidades esperando ser exploradas y que nuestra felicidad radica en atreverse a seguir nuestros sueños y encontrar el balance adecuado. Así que, los invito a que también sigan sus pasiones, se aventuren en nuevos horizontes y busquen el equilibrio en su propia vida.

 

Mi experiencia de movilidad académica fue mucho más que un simple viaje. Fue una travesía que me transformó en muchos aspectos. Me permitió ver el mundo de una forma más amplia, enfrentar desafíos con valentía y conectarme con personas increíbles que ahora forman parte de mi vida. Conocí personas maravillosas, creé lazos fuertes y viví momentos inolvidables. Estoy agradecida con todos los amigos que conocí durante mi estancia.

 

Sin duda alguna, esta experiencia me ha enriquecido tanto académica como personalmente, y siempre llevaré un pedacito de Vigo en mi corazón.

 

Until we meet again

-Team surykatka

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