Por: Dr. Erasto Hernández Calderón, Licenciatura en Odontología e Investigación y Colegiado Docente.
Introducción
«Por la boca muere el pez» se utiliza como advertencia para personas que se meten en problemas a consecuencia de no saber guardar la información delicada, propia o ajena, aunque también lo podemos entender en el sentido de que ingerir algo que luego nos pueda enfermar (Orona, 2022). La boca es el principio del tracto digestivo con funciones diversas para un organismo como: alimentación, habla, comunicación, desarrollo dental y facial, respiración, olfato, expresión emocional, aprendizaje, desarrollo y finalmente tiene estrecha relación con la salud.
La boca, por lo tanto, es una entrada que nos permite interactuar con el ambiente exterior, lo que suceda allí puede afectar la salud de todo el cuerpo. De esta manera, por ser ese contacto con el mundo exterior, está tapizada por un conjunto de microrganismos denominada microbiota, algunos son benéficos y otros patógenos; estos últimos han recibido una gran importancia debido a que causan enfermedades, pero ¿qué hay de los microorganimos benéficos? ¿Cómo es que tenemos microorganismos benéficos en nuestra boca? ¿De dónde vienen estos microorganismos? Si quieres responder estas interesantes cuestiones te invito a leer estas breves líneas.
La microbiota oral saludable
¿Qué vive en nuestra boca? Si nuestra curiosidad llegó aquí, seguramente querrás saber la respuesta, pues bien, la boca es un ecosistema, sí, un ecosistema, aunque quizás relaciones esta palabra o concepto con un lugar natural en donde viven plantas y animales y que interactuaran con el ambiente, cada una de las partes de nuestro cuerpo también es un ecosistema en sí mismo y la boca no es la excepción, la cavidad oral es un lugar con un ambiente propicio por su temperatura y humedad para el desarrollo de microorganismos, se considera que posee la segunda microbiota más compleja en el cuerpo humano, solamente después del colon (5). En este ecosistema podemos encontrar:
Bacterias
Las bacterias representan la mayor parte de los microorganismos orales. El mayor conocimiento de las bacterias proviene de métodos dependientes de cultivos (es decir, un medio rico en nutrientes donde pueden crecer las bacterias), los métodos de cultivo (fig. 1) también han sido útiles para asignarle un papel a las bacterias en patologías como la caries y la periodontitis, en la actualidad hay un gran avance en el conocimiento de las bacterias que habitan en la boca gracias al uso de técnicas que utilizan secuencias de ADN evitando el uso de cultivos.
Hongos
Los hongos están presentes ampliamente en la cavidad oral (fig 1), no solamente como patógenos oportunistas de adultos mayores y personas inmunocomprometidas sino como miembros de la microbiota oral saludable, arriba de unas 101 especies de hongos se encuentran presentes en sujetos saludables. Las especies de Candida son las más frecuentes (Krom et al., 2014).
Arqueas
Las arqueas son un grupo de microorganismos unicelulares de aspecto parecido a las bacterias, pero que tienen una historia evolutiva (fíg 1.). Las arqueas constituyen una parte minoritaria del microbioma oral y se restringen a unas cuantas especies, las principales especies son aquellas determinadas como metanógenas (que producen gas metano), aunque se encuentran en organismos saludables su prevalencia es elevada en individuos con periodontitis (Nguyen-Hieu, 2013; Lepp et al. 2004).
Virus
La mayoría de los virus en la boca están relacionados con enfermedades (fig 1). El virus del herpes simple causa principalmente gingivotomatitis herpética que es una enfermedad mococutanea orofacial que ocasiona recurrentes lesiones en la cara y labios. Otros virus encontrados son el del papiloma humano y el virus de la inmonodeficiencia humana (VIH) (Woo y Challacombre, 2007; Wagner y Villa 2017; Reznik, 2005).
Lo anterior lo puedes visualizar en la siguiente figura:
Figura 1. Representación de los principales microorganismos (microbiota) que habitan en la cavidad oral del humano.
El ecosistema oral es un muy intrincado debido a que tiene diferentes nichos que incluyen, saliva, superficies de tejido blando de la mucosa oral y lengua y superficies del tejido duro de los dientes (Schwiertz 2016).
¿De dónde surgen tantos microbios?
La actual investigación demuestra que la cavidad oral prenatal es estéril hasta el nacimiento y la colonización sucede después de la exposición de factores externos (Perez-Muñoz et al., 2017); sin embargo, las bacterias orales han sido detectadas en varios sitios dentro del útero. Interesantemente, un estudio encontró que la microbiota de la cavidad oral muestra una clara asociación con la placenta y que esta no es alterada por el canal del parto, sugiriendo que los microrganismos de la boca pueden tener un origen prenatal y hematógeno. Otros estudios demuestran resultados contradictorios, demostrando que la colonización de la cavidad oral del recién nacido ocurre dentro de 8-16 horas como resultado de la transmisión vertical de microbios de la piel y la vagina de la madre. Interesantemente, se ha demostrado que distintos grupos de bacterias predominan en la boca del bebé, dependiendo si fue un nacimiento por vía vaginal o por cesárea (Li et al., 2018).
La composición de la microbiota oral es moldeado por factores que incluyen (Sedghi et al., 2021): genética, transmisión materna, así como factores ambientales como hábitos dietéticos, higiene oral, medicamentos, nivel de estrés y factores sistémicos. Más que ser un factor fijo, la microbiota oral cambia a través de la vida, consistente con la idea de que la cavidad oral es un entorno microbiano dinámico. La erupción de los dientes deciduos (dientes de leche) introduce un nuevo sustrato para la colonización. Cambios adicionales incluyen hábitos dietéticos, edad, regímenes higiénicos y comportamientos (tales como el uso de alcohol y tabaco).
El microbioma oral. Se considera que la cavidad oral es estéril hasta el nacimiento, la microbiota oral ha sido correlacionada con el modo de nacimiento (cesárea o parto). Posteriormente, es modificada por diversos factores como señalados en la figura, de tal manera que la diversidad se modifica tanto por la edad como por los factores. (Figura modificada de Zhang et al., 2018).
Conclusión
Los humanos son superorganismos compuestos tanto de sus propias células y de células microbianas (Zhang et al., 2018). La alteración de la composición microbiana normal de un órgano o tejido en particular se denomina disbiosis y tiene una repercusión importante en la salud. Es importante reconocer que la boca es un ecosistema que alberga una alta diversidad de diferentes microrganismos y que en su mayoría son benéficos para la salud.
Referencias
Krom, B. P., Kidwai, S., & Ten Cate, J. M. (2014). Candida and other fungal species: forgotten players of healthy oral microbiota: Forgotten players of healthy oral Microbiota. Journal of Dental Research, 93(5), 445-451. https://doi.org/10.1177/0022034514521814
Lepp, P. W., Brinig, M. M., Ouverney, C. C., Palm, K., Armitage, G. C., & Relman, D. A. (2004). Methanogenic Archaea and human periodontal disease. Proceedings of the National Academy of Sciences of the United States of America, 101(16), 6176-6181. https://doi.org/10.1073/pnas.0308766101
Li, H., Wang, J., Wu, L., Luo, J., Liang, X., Xiao, B., & Zhu, Y. (2018). The impacts of delivery mode on infant’s oral microflora. Scientific Reports, 8(1), 11938. https://doi.org/10.1038/s41598-018-30397-7
Nguyen-Hieu, T., Khelaifia, S., Aboudharam, G., & Drancourt, M. (2013). Methanogenic archaea in subgingival sites: a review. APMIS: Acta Pathologica, Microbiologica, et Immunologica Scandinavica, 121(6), 467-477. https://doi.org/10.1111/apm.12015
Orona, K. (2022, noviembre 9). Frase mexicana: «Por la boca muere el pez», descubre su origen y significado. El Heraldo de México. https://heraldodemexico.com.mx/tendencias/2022/11/9/frase-mexicana-por-la-boca-muere-el-pez-descubre-su-origen-significado-455738.html
Perez-Muñoz, M. E., Arrieta, M.-C., Ramer-Tait, A. E., & Walter, J. (2017). A critical assessment of the «sterile womb» and «in utero colonization» hypotheses: implications for research on the pioneer infant microbiome. Microbiome, 5(1). https://doi.org/10.1186/s40168-017-0268-4
Reznik, D. A. (2005). Oral manifestations of HIV disease. Topics in HIV Medicine: A Publication of the International AIDS Society, USA, 13(5), 143-148.
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Sedghi, L., DiMassa, V., Harrington, A., Lynch, S. V., & Kapila, Y. L. (2021). The oral microbiome: Role of key organisms and complex networks in oral health and disease. Periodontology 2000, 87(1), 107-131. https://doi.org/10.1111/prd.12393
Wade, W. G. (2013). The oral microbiome in health and disease. Pharmacological Research: The Official Journal of the Italian Pharmacological Society, 69(1), 137-143. https://doi.org/10.1016/j.phrs.2012.11.006
Wagner, R., & Villa, A. (2017). Oral human papilloma virus infections and the role of the dental professional. Journal of the Massachusetts Dental Society, 65(4), 12-15.
Woo, S.-B., & Challacombe, S. J. (2007). Management of recurrent oral herpes simplex infections. Oral Surgery, Oral Medicine, Oral Pathology, Oral Radiology, and Endodontics, 103 Suppl, S12.e1-18. https://doi.org/10.1016/j.tripleo.2006.11.004
Zhang, Y., Wang, X., Li, H., Ni, C., Du, Z., & Yan, F. (2018). Human oral microbiota and its modulation for oral health. Biomedecine & Pharmacotherapie [Biomedicine & Pharmacotherapy], 99, 883-893. https://doi.org/10.1016/j.biopha.2018.01.146