Publicado el 2021-03-25 en Doctorado

¿Por qué estudiar un doctorado en Administración?

Por Dr. Francisco Javier Palomares Vaughan

 

Esta pregunta me la han hecho con cierta regularidad. Se tiene la idea de que los estudios de doctorado son para los “científicos”, entendiendo por ello a quienes hacen ciencia, es decir descubrimientos e inventos. Ok, esto puede ser cierto, más adelante lo aclararemos, por lo pronto veamos una situación un poco más mundana:

 

 

Son las 10 de la mañana y tiene ante usted los estados financieros de la empresa que le indican que existen problemas de liquidez, de endeudamiento, de disminución de las utilidades, etc. Los reportes del área de ventas indican una fuerte disminución en la cuota de mercado debido a la reciente aparición de competidores extranjeros. Y para terminar existen problemas entre los trabajadores y el equipo directivo. Hace dos años que tiene a su cargo la dirección de la empresa y parece que está por terminar esta experiencia directiva. ¿Qué hacer? ¿Por dónde empezar? ¿Cómo solucionar los problemas que existen? pero, sobre todo, ¿cómo anticiparse a aquellos que están por venir?

 

Dice la vox populi que todo tiene solución, menos la muerte. Para encontrar dicha solución habrá que reflexionar y encontrar una ruta crítica que aclare el camino. 

 

Primero habría que hacer un diagnóstico de la situación actual, investigar cómo está la organización, cuáles son sus puntos débiles y sus puntos fuertes. Recuerde que en alguna materia de la licenciatura que cursó, o a lo mejor en aquel taller de capacitación, al cual no le prestó mucha atención porque estaba atendiendo algunas llamadas, le comentaron algo del FODA. Habrá que investigar qué era el FODA. 

 

También habría que reunirse con el equipo directivo para definir una estrategia. Habría que establecer algunos objetivos y metas, ¿cuál era la diferencia entre unos y otros? Habrá que investigar esa diferencia. 

 

Bueno, bueno, habrá que hacer un plan que nos diga cuáles son los objetivos, las etapas a seguir y los tiempos en los que lo tenemos que hacer. Este plan nos debe de decir cuáles son los resultados esperados y qué hacer en caso de no alcanzarlos. 

 

Estas necesidades de información para poder tomar las decisiones se pueden obtener con relativa facilidad, el problema es que en muchas ocasiones esta información se encuentra diseminada por toda la organización. Si se tuviera un sistema que concentrara la información para obtenerla en el momento en que se requiere sería de gran ayuda. 

 

Como puede observarse existe una muy clara línea de acción a seguir y está en estrecha relación con los procesos de obtener información para la toma de decisiones: investigar. El diagnóstico que se requiere es un proceso de investigación, puesto que habrá que indagar la situación en la que se encuentra la organización, tal vez mediante entrevistas con el personal, encuestas a los clientes, proveedores o cualquier persona externa a la empresa. Recopilar datos para posteriormente hacer un proceso de análisis. Una vez obtenidos estos resultados, generar un reporte que permita transmitir la esencia de la información sin perderse en el mundo de datos. 

 

Las competencias investigativas que un estudio de doctorado desarrolla en las personas, si bien no son muy sofisticadas, pues se trata de aplicar el método científico, si son de mucha importancia y utilidad para las organizaciones.  De esta manera lo que se logra con estas competencias al interior de la organización es:

 

- Observar las problemáticas que se presentan en la empresa;

- plantear las preguntas que se pretende responder para solucionar las problemáticas; 

- definir una ruta para abordar la probable solución;

- identificar los recursos necesarios para obtener esa información; 

- recopilar los datos y procesarlos, y

- redactar informes que permitan conocer los resultados y sus interpretaciones. 

 

La inercia del trabajo cotidiano impide a los directores, gerentes, accionistas de las organizaciones reflexionar sobre la información que se produce en la empresa, puesto que es mucha y no se encuentra concentrada en un solo lugar. Un estudio de doctorado permite al profesional expandir su visión ante las problemáticas emergentes de las organizaciones. No se trata de saber cuáles son todas esas problemáticas, pues es imposible. Se trata de generar competencias para poder resolver los distintos problemas que surgen en las organizaciones y que tiene características muy particulares. 

 

 

Aprender a contextualizar esos problemas, a identificar las diferentes variables que influyen en sus comportamientos, a reunir la información necesaria que fundamente las decisiones a tomar. Coordinar equipos de trabajo, repartir el trabajo con una idea clara del objetivo a lograr. Todas estas competencias administrativas, están muy relacionadas con las que se desarrollan cuando se hacen procesos de investigación. 

 

Pero aún más importante es lograr que esos procesos investigativos tengan una materialización en las acciones de las organizaciones y que solucionen las problemáticas diarias. Alguien que conoce de los modelos teóricos desarrollados con anterioridad puede adaptarlos a las organizaciones actuales, con los equipos de trabajo de hoy, con las condiciones vigentes, logrando hacer eficientes los procesos y evitando caer en errores que otras ya han tenido. 

 

Ahora bien, entendamos que la ciencia es entonces el producto de la observación y que se presenta mediante teorías y leyes, pero también el proceso que se ha llevado a cabo para obtener dichos resultados. ¿Acaso no es lo que se ha comentado líneas arriba? El método científico que ha logrado dilucidar las inquietudes del sujeto en relación a la realidad.  Por conocimiento científico conocemos lo que Hessen, Johannes y Romero  (1970) definen como la relación entre el sujeto y el objeto. De esta manera este conocimiento científico se convierte en una disciplina científica cuando nace como un nuevo modo de ver y relacionarse con el mundo y que se estructura de acuerdo con las condiciones culturales, económicas y sociales de la época en la que se desarrolla (Fourez, 1994). Es decir, es aplicable a lo que le sucede a la organización, como sujeto de estudio, o a los fenómenos que en ella emergen, como objetos de estudio. 

 

Para Chalmers (1987) el conocimiento científico es conocimiento probado, probado mediante un método válido y confiable. Es entonces de esta manera que el conocimiento relaciona al estudioso de la ciencia con la realidad en la que se desarrolla. La investigación a su vez requiere de un método, el cual les da confiabilidad y validez a los resultados obtenidos en el proceso. Este fundamento es lo que deseamos para poder sustentar la toma de decisiones empresariales.  Como lo establece Fourez (1994): las ciencias emergen del discurso cotidiano y de dónde no se espera surge un discurso sistemático que más adelante se convertirá en ciencia. Por otro lado, Kuhn (2011) evidenció que una ciencia nace de preguntas y preocupaciones concretas en un entramado de interés en determinados momentos y que cambia con las circunstancias, como lo que sucede en las organizaciones modernas. 

 

Si se siguen los procesos metodológicos adecuados, se puede estar seguro de que el conocimiento científico que se obtiene logra ser explicativo, es decir, logra el entendimiento de los fenómenos que se presentan en la empresa. De igual manera se puede estar seguro de que se trata de un saber objetivo, el cual intenta representar al mundo como es y no como se desea que sea. Además de ser metódico, el conocimiento científico es sistemático, es decir, es organizado y coherente. Busca la mayor precisión posible, tratando de ser más exacto en aquello que el conocimiento común sabe, pero de forma confusa. Es verificable ya que todo enunciado científico debe poder ser sometido a algún tipo de prueba. Además, desde la experiencia, puedo asegurar que cualquier director, gerente o accionista desea que en la organización existan procesos similares.

 

Espero haber respondido la pregunta, de no ser así le recomendaría investigar más.

 

Referencias

Chalmers, A. (1987). ¿Qué es esa cosa llmada ciencia? México, D.F.: Siglo XXI.

 

Colegio 24rs. (2004). El conocimiento científico. Buenos Aires: Colegio 24hrs.

 

Fourez, G. (1994). La construcción del conocimiento científico: filosofía y ética de la ciencia. Madrid: Narcea Ediciones.

 

Galicia, S. (2008). Introducción al estudio del conocimiento científico. México D.F.: Plaza y Valdés.

 

Hessen, Johannes, & Romero, F. (1970). Teoría del conocimiento. Madrid: Espasa Calpe.

 

Kuhn, T. (2011). La estructura de las revoluciones científicas. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.

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