Por Diana María Huazano Guerrero
En la UNLA, el quinto semestre de licenciatura requiere realizar 480 horas de Prácticas Profesionales, el primer paso que, como estudiantes, damos hacia el temido e inevitable mundo laboral. Los y las alumnas deben encargarse de buscar dónde realizarlas, escogen la empresa, organización o dependencia que más se ajuste a sus intereses, aquella en la que esperan aprender y aportar sus conocimientos.
Yo curso la licenciatura en Relaciones Comerciales Internacionales de la institución. Siempre me ha llamado el campo diplomático, jurídico y político de la disciplina, aunque el comercial también es bastante interesante, pues se enfoca de forma más específica en aspectos económicos, comerciales, aduaneros. De tal manera, al enfrentar la búsqueda de lugares para liberar mis Prácticas, el nombre de Proyecto Habesha se convirtió en una opción.
¿Qué es Proyecto Habesha?
Proyecto Habesha es una organización humanitaria, neutral, laica y sin fines de lucro, que crea oportunidades de educación superior para las y los jóvenes refugiados y desplazados del mundo. Este proyecto parte de Diálogo Intercultural Mexicano (DIME), una asociación civil que busca promover y realizar acciones de solidaridad hacia grupos vulnerables, enmarcados dentro de los principios de corresponsabilidad social e interés internacional, particularmente, las crisis y/o emergencias humanitarias dentro o fuera de México.
¿Cómo logré ser parte del proyecto?
Al investigar sobre la organización y quedar fascinada por su labor, me contacté con ella por medio de correos electrónicos. Me dieron su amable respuesta, y continuamos con el proceso de integración. Una de las pocas cosas buenas que dejó la cuarentena fue permitirme colaborar con Proyecto Habesha, ya que todas sus actividades y reuniones eran en línea. Además de completar las horas correspondientes de mi semestre con tareas de distintas áreas, tuve la oportunidad de formar parte de uno de sus comités estudiantiles.
¿Qué es un comité estudiantil?
Estos comités son una rama de los programas de DIME, en los cuales los y las universitarias que trabajan en Proyecto Habesha son un puente de comunicación entre los refugiados que buscan oportunidades educativas y las autoridades académicas de distintas universidades. Así, los estudiantes guían a estos grupos vulnerables, para que conozcan las diferentes áreas, departamentos y servicios de las instituciones, que se encuentran a su disposición y les podrían ser de suma utilidad.
¿Cuál es el impacto de los comités?
Reinsertarse en una nueva cultura y sociedad suele constituir un reto para los refugiados. El apoyo puede hacer la diferencia en la adaptación de un joven refugiado a un contexto universitario que puede resultarle extraño, tanto en términos culturales como de clase social. Una de las labores de los comités es sensibilizar a la comunidad universitaria, a fin de que esta conozca sobre temas migratorios y entienda acerca de contextos internacionales y de la relevancia de los mismos.
¿Cómo ha sido mi experiencia al ser parte de este proyecto?
Además de ciertos cambios internos que existieron dentro de la organización, la pandemia nos limitó bastante como comité. Sin embargo, aprendí mucho sobre todo el trabajo detrás de una ONG, entendí varios temas de una manera muy diferente, conocí personas increíbles, me llevé conocimientos enriquecedores y ganas de compartir mi experiencia con la Comunidad UNLA. Ser parte del comité estudiantil de Proyecto Habesha permite desarrollar habilidades que pueden ser útiles en el desarrollo profesional de cualquier disciplina, pues se realiza una labor que genera impacto social. Es una oportunidad que, como estudiante, puedes —por no decir que debes— aprovechar para liberar tus Prácticas Profesionales o Servicio Social.
¡Acércate a la oficina de Movilidad de la UNLA y solicita información sobre Proyecto Habesha!
