Por Michelle Valencia Rosales y Adrián Ruiz del Río
Estudiantes de séptimo semestre de la licenciatura en Arquitectura, Urbanismo y Sustentabilidad de la UNLA
En las escuelas de arquitectura, una repentina es una actividad que se realiza para reforzar el aprendizaje colaborativo y afrontar el trabajo bajo presión. Los y las estudiantes integran equipos con compañeros de todos los niveles académicos, a fin de construir proyectos arquitectónicos y/o urbanos, que atiendan distintas necesidades planteadas por los docentes. Las repentinas desarrollan, durante un día de trabajo o más, un concepto de diseño que debe presentarse al final de la jornada: bocetos, croquis, planos de dibujo, maquetas, tablas, etcétera.
A partir de esta actividad, las y los estudiantes aprendemos a trabajar en equipo, bajo condicionantes externas; revisamos ejemplos de posibles casos reales, logramos conocernos mucho mejor entre nosotros, ya que compartimos información, intercambiamos opiniones y aportamos habilidades individuales.
Las repentinas de la licenciatura en Arquitectura, Urbanismo y Sustentabilidad de la UNLA nos han enseñado a acoplarnos y adaptarnos en grupo. A veces, pensamos que nadie podría hacer el trabajo mejor que nosotros mismos, y nos desgastamos. Hay que detectar cualidades, habilidades y creatividad en los demás. Valoramos mucho las repentinas individuales que realizamos en la clase de Laboratorio de Construcción con el profesor José Luis Jaramillo, pues, gracias a nuestro trabajo personal, interactuamos y compartimos dudas entre compañeros y compañeras.
