Por: Diana Paulina León Briseño, alumna de Ciencias de la Comunicación en la UNLA
Saudade es la palabra más portuguesa que existe y se usa para expresar un sentimiento, cuya traducción más próxima al español es nostalgia o melancolía. Ahora, estando a más de 14 000 km de casa, comprendo mejor su significado.
La movilidad académica es una experiencia muy enriquecedora. Desde pequeña siempre quise hacer un intercambio académico en Europa y con ese objetivo que tenía se basó mi elección universitaria. Cuando comencé a estudiar Ciencias de la Comunicación en la Universidad Latina de América, también empecé a estudiar portugués en el Centro de Lengua Portuguesa Camões-UNLA. Los semestres pasaron, llegó la pandemia y creí que la movilidad académica ya no era posible, pero mi familia me animó para aplicar. Gracias a mi esfuerzo, al apoyo de mi familia y de la universidad, ahora estoy cumpliendo uno de mis sueños.
Soy Diana Paulina León Briseño y me encuentro en Porto, Portugal, estudiando en la Universidad Fernando Pessoa. Para serles sincera, antes de comenzar esta aventura no podía ni imaginar todo lo que estoy viviendo y sintiendo. Es una mezcla de emociones y shocks: vivir en otro país; conocer gente nueva todos los días; estudiar en otra universidad; estar lejos de casa; hacer nuevos amigos; tener saudades de todo y de todos. Porto es una ciudad muy bella y cada vez que conozco más de su historia y paseo por sus calles me gusta más.
Estando aquí, diferentes personas me han dicho que soy muy valiente al venir de intercambio tan lejos y en un lugar donde no hablan mi idioma… aunque ya conocía el idioma, si ha sido un reto por las diferencias del acento y culturales. A veces siento que estoy dentro de un libro de idiomas interactivo en el que no solo aprendes gramática y vocabulario, sino también sobre la vida.
Estudiar en el extranjero es una gran oportunidad porque permite tener otra perspectiva de temas de tu licenciatura que quizá ya conocías, pero también es una responsabilidad muy grande, porque estás representando a tu escuela y a tu país ante el mundo. Implica ser respetuoso con los demás y abrirse para conocer más culturas, porque muchas veces las cosas no son cómo acostumbras o cómo esperas; me recuerda a un profe de la preparatoria que decía: «¡Busque solución!».
Afortunadamente, he contado con la ayuda y el apoyo de muchas personas desde que estaba con los trámites en Morelia hasta ahora que me encuentro en Porto. Las cosas se han acomodado y todo marcha bien. Ahora que estoy lejos puedo sentir todavía más el cariño de mis seres queridos y, a pesar de mi saudade, es una experiencia que recomiendo mucho; me ha dado la oportunidad de conocer muchas personas grandiosas que han marcado de manera hermosa una parte en mi vida.