Por Iliana Carolina Zavala Ramírez
Yosemite National Park, ubicado en la costa oeste de los Estados Unidos, es uno de los parques nacionales más importantes de Norte América, no solo por su historia y su vasta extensión territorial, sino por su abundante e icónica flora y fauna. Tuve la fortuna de visitar este impresionante destino justo antes de que la COVID-19 obligara a cerrar sus puertas de manera intermitente hasta el día de hoy.
Cuando comencé a organizar mi viaje sabía muy poco sobre el destino; ningún conocido mío había ido, por lo que no pude contar con las típicas sugerencias que tanto ayudan en la planeación de un viaje. Aunque la información en su página web oficial es muy completa, la verdad es que nada sustituye el valor de los tips de aquellos quienes ya vivieron la experiencia. Es por ello que, en esta ocasión, quiero compartirte seis recomendaciones que estoy segura te serán de gran utilidad, si es que estás pensando en visitar este hermoso lugar próximamente:
Debido a esto, es necesario que contemples pasar al menos esa noche en la ciudad de Fresno. Esa noche ya nos esperaban nuestros familiares, quienes amablemente nos brindaron hospedaje. Sin embargo, hay una gran cantidad de hoteles y departamentos disponibles en Airbnb en los que te puedes hospedar.
A la mañana siguiente, nos dirigimos hacia nuestro destino, el cual se encuentra a poco más de una hora de la ciudad.
Llegó el gran día y nos dispusimos a salir temprano de casa; el camino de Fresno hacia Yosemite es muy agradable y tranquilo. La entrada al parque es simplemente majestuosa. Para ingresar al parque existen diferentes entradas, pero la más cercana desde nuestro lugar de origen es la de Yosemite Village. Al ingreso, pagamos 35 USD por los dos, ya que se cobra por vehículo y no por persona. La entrada incluye el servicio de estacionamiento durante los siguientes 3 días. Si quieres acampar, el costo es diferente, pero necesitas tramitar un permiso previo para eso.
El primer día después de tomar varías fotografías en Tunnel view, caminamos por todo Yosemite Village y nos dedicamos a contemplar a los grandes protagonistas del paisaje: El Capitán, Three Brothers, Salto Yosemite y las sequoias en Mariposa Grove. En cada uno de estos lugares podrás tomar fotografías de ensueño.
Foto de Yosemite Valley tomada desde Tunnel View
Dependiendo de la época del año en la que visites el parque, podrás ver caudalosas cataratas, o paisajes cubiertos completamente de nieve. No podría decir que existe una mejor época para visitar el parque, ya que tiene cosas diferentes que ofrecer en cada estación del año. Lo único a considerar es que debido al mal clima, algunos accesos se cierran debido al famoso “hielo negro” en las carreteras. Por ello, es necesario estar muy al pendiente de las noticias que emitan las autoridades locales.
El Capitán: acantilado de la Cordillera Sierra Nevada a 2,307 metros sobre el nivel del mar
Después de nuestra ardua caminata, era hora de dirigirnos al lugar donde pasaríamos la noche, no sin antes pasar por unos bocadillos de jamón y queso, así como un buen vino para la cena. La idea principal era quedarnos a dormir en Yosemite Lodge, pero las tarifas dentro del parque nos parecieron un poco altas -cerca de $350 USD por noche-, y aunque los establecimientos de hospedaje eran realmente bonitos, decidimos quedarnos en el Narrow Gauge Inn, de Fish Camp, Oakhurst, por solo 200 USD la noche, tarifa que nos pareció más accesible, pues además incluía el desayuno. Por supuesto que hay opciones para todos los gustos, desde lujosas cabañas y hoteles típicos del lugar, hasta áreas de camping en las que podrás estar en mayor contacto con la naturaleza.
Narrow Gauge Inn, Oakhurst, CA.
En nuestro segundo día, fuimos sorprendidos por una nevada que convirtió el paisaje verde en un indescriptible panorama blanco; del frío mejor no hablamos, ya que no íbamos del todo preparados para ese clima, así que tuvimos que comprar zapatos y chamarras para poder caminar sobre la nieve.
Foto de sequoia tomada en California Tunnel Tree
Al tercer día y ya un poco agotados, decidimos comer en The Mountain Room, en Yosemite Valley, y pasar las últimas horas de nuestro recorrido caminando por el hermoso bosque, viendo las cascadas, el agua cristalina de los ríos que atraviesan el parque y finalmente no podía faltar comprar algunos regalos para nuestros familiares y amigos.
Sin duda, este viaje amplió mi perspectiva sobre las múltiples posibilidades de aventura que ofrecen los destinos naturales y, sobre todo, la importancia de promoverlos entre los viajeros que buscan conectar un poco más con su entorno. Un parque nacional, en cualquier parte del mundo, es un excelente destino en estos tiempos en los que debemos evitar los lugares cerrados y concurridos. Espero que pronto tengas la oportunidad de vivir esta experiencia y abonar a la cultura llamada Turismo Verde, que busca influir en el respeto y el cuidado de nuestro medio ambiente.