Por Omaira Vizcarra Portugal
Expertos consultados por la Organización Mundial del Turismo (OMT) definen a este tipo de turismo que se ha impuesto estos últimos años de la siguiente manera: “Visitantes y turistas que planifican sus viajes con el fin de probar la cocina del lugar al que van a realizar actividades relacionadas con las gastronomía”.
Existen diferentes formas de hacer turismo, entre las cuales destaca el turismo gastronómico, el cual se enfoca en conocer y experimentar la gastronomía típica de un país o región y es dirigido especialmente a personas amantes y exploradores de la comida (entre los cuales me incluyo) o personas conocedoras del arte culinario (estando en mi noveno cuatrimestre de gastronomía ya me puedo incluir también).
Rutas Gastronómicas
De acuerdo con Ernesto Barrera (Barrera, 2006) y Genoveva Millán (Millán, 2010), estas son las herramientas que ayudan al posicionamiento de los alimentos regionales así como un medio para recuperar la alimentación tradicional de cada zona. Se trata de itinerarios que enlazan diferentes destinos y en los que se realizan distintas actividades que se centran en la gastronomía de manera prioritaria, basándose en conocer la cultura de un destino así como sus tradiciones, usos y costumbres a través de un patrimonio inmaterial tan importante como es la gastronomía.
Una ruta alimentaría en un entorno rural promueve nuevas actividades económicas para mantener y mejorar las condiciones de vida de la población rural. Su objetivo es lograr un producto que integre la mayor cantidad de actores, que genere más empleos en estas zonas y que diversifique la oferta existente.
En Europa en el siglo XX se realizaron las primeras rutas o guías gastronómicas, las cuales eran más que nada el conjunto de los mejores restaurantes y posadas de aquellos tiempos realizadas por los famosos gourmets o gastronomers, quienes clasificaban a los restaurantes, siendo Maurice Edmond Sailland o Kurnonsky el más famoso, quien se dedicó a viajar por diversas partes de Francia y fue declarado “El príncipe de los Gastrónomos” en 1927. (Vazquez Parada, 2017)
En la actualidad existen varias rutas gastronómicas dedicadas a diversos tipos de comida en los que se eligen temas culinarios promoviendo la venta de un producto en específico, como la “ruta del Jamón Ibérico” en España o como la de la “Toscana” en Italia. ¿Y en México?
México es un país megadiverso. Dentro de las varias expresiones culturales, la comida se destaca, pues es un elemento de suma relevancia que refleja también la identidad de los mexicanos. Desde la cocina prehispánica hasta los platillos innovadores actuales, la gastronomía mexicana ha impactado al resto del mundo y ha aportado elementos que hoy son indispensables y forman parte de los ingredientes de platillos internacionales.
Nuestra gastronomía es otra forma de ver la cultura, pues cada estado tiene platillos característicos que cuentan una historia a través de los ingredientes utilizados, técnicas culinarias y sabores que permiten ver la riqueza de nuestro país, y que, por supuesto, también es un gran atractivo turístico para nacionales y extranjeros.
En 2019, México recibió casi 98 millones de visitantes (Pin and Travel, 2021) y muchos de ellos buscaban vivir en primera persona no solo la increíble belleza del país o la apasionante cultura mexicana sino también una de las gastronomías más importantes del mundo, reconocida como Patriminio Intangible de la Humanidad desde el 2010, por la UNESCO. Y para ello nada mejor que recorrer alguna de sus 18 rutas gastronómicas. Estas rutas abarcan 155 destinos en 32 entidades, 31 de los llamados Pueblos Mágicos así como nueve ciudades consideradas Patrimonio de la Humanidad. Y en lo gastronómico, estas visitas contemplan más de 1,500 platillos y bebidas típicas del país.
Debemos comenzar por supuesto con Michoacán que ha dado lugar a un plato conocido internacionalmente: carnitas, hechas con carne de cerdo confitada. Además, se deben probar las calaveritas de azúcar, las enchiladas placeras, el churipo, los uchepos, la nieve de pasta, el atole cuajado, atapakua, la morisqueta, entre otros.
Esta ruta gastronómica que atraviesa Baja California de norte a sur cuenta con platos tan relevantes como la langosta roja, típica de las costas de Baja California, el atún y abulón en diversas preparaciones. Todo ello bañado con las cervezas artesanales y los relevantes vinos de la zona.
Desde Nuevo León, Coahuila, Durango y Sonora llegan los sabores de la manzana, el dátil, la ciruela, la nuez y su conocido cabrito al pastor o la fritada de cabrito.
Centrada en Chihuahua y recorriendo su capital, Cuauhtémoc, Cesta, Divisadero e Hidalgo del Parral. En esta escapada gastronómica se pueden, y se deben, degustar algunos platillos típicos como caldo de oso, burritos, carne asada y chile con queso.
Ubicada en el estado de Tamaulipas, combina de una manera casi perfecta los mariscos con las carnes y donde no falta la sopa de mondongo, las tortas de la barda, el guatape de camarón y el ponteduro, uno de los postres más antiguos de México.
Centrada en Sinaloa, aquí se trata de probar el pescado y los mariscos tradicionales de la zona siempre acompañados de limón, pepino, tomates y cebolla.
Recorriendo Aguascalientes, San Luis Potosí y Zacatecas es imprescindible degustar los vinos de la zona y el mezcal y acompañarlos debidamente de los platillos típicos como el asado de boda, los tacos aguados, el chamorro, el menudo con maíz colorado, el figadete, el queso de tuna o las gorditas de cuajada.
Esta ruta gastronómica de México se desarrolla en la capital del país: Ciudad de México. Concretamente, recorre las colonias de Coyoacán, Xochimilco, San Ángel, Condesa y Polanco y sus platillos principales son los exquisitos tacos al pastor, las tortas de tamal así como los sopes y las quesadillas.
Un viaje por Morelos, Guerrero y Estado de México, especialmente, por los procesos de preparación de algunos de los productos tradicionales de la zona como el mezcal, el queso, el pan o las tortillas, todo ello sin dejar de visitar algunos de los más conocidos y coloridos mercados de la zona.
Como su nombre indica esta ruta gastronómica invita a conocer la historia de platos tan representativos de la gastronomía de México como los chiles rellenos, las manitas de puerco, las enchiladas queretanas y las gorditas de migajas. Toda una ruta histórica y cultural por dos impresionantes estados como Querétaro y Guanajuato.
En esta ruta por Jalisco no falta el picante, el tequila y por supuesto los mariachis.
Un recorrido por Nayarit y Colima y especialmente por su sabor más marítimo a través de los pescados atrapados esa misma mañana en el imponente océano Pacífico mientras conoces un criadero de ostión.
Explorando la tradición de Hidalgo descubrirás los gusanos de maguey o chinicuiles, el ximbó, la barbacoa con su tradicional preparación en un hoyo cubierto por pencas de maguey y tierra. Acompañado con pulque y pastes en sus dos versiones: dulces y salados.
Aquí se mezcla sabiamente lo dulce, lo picante y lo salado en forma de moles de olla, moles prietos o tlimollimole o el chileatole en su versión más típica de la zona ya que este plato tiene múltiples variantes por todo el país. Además, en este recorrido por Tlaxcala y Puebla no puede faltar una visita a las pulquerías para conocer esta tradición y cómo se elaboraba y tomaba esta bebida.
Esta ruta nos llevará por Oaxaca, Tlaxcala y Puebla y sus grandes protagonistas serán los siete moles oaxaqueños más representativos, esto es, Mole negro, Coloradito, Amarillo, Verde, Chichilo, Almendrado y Manchamanteles.
Veracruz es conocido por ser el principal productor de vainilla por lo que esta es una de las rutas gastronómicas de México que permite acercarse a los procesos de cultivo y producción de este producto así como del café e, incluso, maridar estos dos peculiares ingredientes con los mejores vinos de la zona.
Con este ingrediente como elemento central transcurre este recorrido, una de las más importantes rutas gastronómicas de México, centrado en Chiapas y Tabasco.
Yucatán y Quintana Roo para degustar la sopa de lima, la cochinita pibil, el relleno negro o el poc chuc mientras se aprenden los usos más creativos de algunos productos del lugar como el miel de abeja, la lima, la naranja, el chile habanero y el axiote.
Como pudimos ver tenemos muchas opciones para realizar turismo gastronómico en nuestro país, cabe mencionar, que ninguna es estacional, todas están disponibles a lo largo del año y por ejemplo en Michoacán contamos con la fortuna de tener a nuestras Cocineras Tradicionales las cuales hicieron de este, el estado con mayor riqueza en gastronomía, y colocando en alto el nombre de México ante el mundo; a continuación te dejo el contacto de algunas de ellas para que vayas, conozcas y realices turismo gastronómico:
Benedicta Alejo
Juana Bravo
Blanca Villagómez
Rosalba Morales
Para más información sobre nuestras Cocineras Tradicionales visita:
http://michoacan.travel/es/restaurantes/cocineras-tradicionales
Barrera, E. (2006). Rutas Alimentarias. Barcelona.
Fonseca, K. (12 de 11 de 2020). Entorno Turístico. Obtenido de Hablemos de Turismo: https://www.entornoturistico.com/el-turismo-gastronomico-y-las-rutas-gastronomicas-de-mexico/
Millán, G. (2010). El turismo gastronómico y las Denominaciones de origen en el sur de España: Oleoturismo. Un estudio de caso. Pasos.
Organización Mundial del Turismo. (24 de Febrero de 2021). UNWTO. Obtenido de UNWOTO: https://www.unwto.org/es/acerca-de-la-organizacion-mundial-turismo
Pin and Travel. (10 de 3 de 2021). Pin and Travel. Obtenido de Barcelo: https://www.barcelo.com/pinandtravel/es/rutas-gastronomicas-mexico/
Vazquez Parada, J. (03 de Mayo de 2017). Entorno Turístico. Obtenido de Turismo Gastronómico: https://www.entornoturistico.com/turismo-gastronomico-una-forma-diferente-turismo/
Suremain, C. (2017). Cuando la alimentación se hace patrimonio. Rutas gastronómicas, globalización y desarrollo local (México). México.