Por Manuel Alfonso Gutiérrez Aguilar
El inicio de mi vida en el diseño, comenzó cuando iba a egresar del bachillerato, en ese entonces tuve una disyuntiva en la elección de carrera. Durante varios años tuve la certeza de convertirme en veterinario, sin embargo, una inesperada circunstancia del destino, puso frente a mi una licenciatura que en ese entonces era poco conocida: Diseño Gráfico.
Cuando decidí cursar esta carrera, vinieron a mí muchas inquietudes, ¿qué es lo que iba a hacer profesionalmente?, ¿qué oportunidades de trabajo me ofrecía?, ¿qué desarrollo profesional podría tener?, etc. Mis familiares y amigos no comprendían qué era el Diseño Gráfico, por más que les explicaba de lo que se trataba, ellos terminaban diciéndome que estudiaría para ser dibujante. Incluso yo también lo llegué a considerar al iniciar la licenciatura, pero el tiempo me fue demostrando que no era sólo dibujar y que había tomado una de las mejores decisiones de mi vida.
¡Qué importante es identificar lo que a uno le gusta! Esto define en buena medida, lo que estudiaremos y a lo que también nos dedicaremos en un futuro. Desde pequeño siempre tuve gusto por el dibujo, las letras, los colores, las formas, texturas y demás aspectos que podía observar, siempre fui muy visual. Tiempo después supe que todo eso eran señales que me indicaban mi rumbo profesional.
El Diseño Gráfico es una disciplina que ha cambiado mucho con el tiempo; las nuevas tecnologías, las tendencias de un mercado cada vez más competitivo, incluso, las circunstancias que nos ha traído la pandemia que estamos viviendo, han sido detonadores para que, quienes nos dedicamos a esta profesión, veamos nuevos retos y áreas de oportunidad para crecer y contribuir a una mejor comunicación gráfica y visual, así como para cooperar con el desarrollo económico de nuestra localidad, estado y país, ya que nuestro trabajo, aporta varios beneficios a las empresas, industrias y particulares, por lo que se convierte en un factor de desarrollo para cualquier sociedad.
El diseño siempre me ha traído experiencias significativas; desde el trabajo para diversos e interesantes proyectos y el manejo de mi propio despacho, hasta el de convertirme en parte del equipo docente de la Licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica de la Universidad Latina de América.
Esto último, me ha implicado replantear mi forma de pensar respecto a cómo tratar con los clientes, conceptualizar las ideas, cómo producir lo propuesto y también, cómo facilitar esas experiencias y conocimientos a mis alumnos, lo cual no es algo sencillo y menos en estas circunstancias en las que las clases son en línea, lo cual me ha propuesto nuevos retos.
En varias ocasiones algunos estudiantes me han preguntado acerca de esto; ¿CÓMO ES VIVIR DEL DISEÑO? y ¿CÓMO ES VIVIR EL DISEÑO? Mi respuesta es que el diseño efectivamente no es solo una profesión; es una forma de pensar, una manera de sentir, un estilo de ver las cosas, puedo sostener que el diseño ¡es una forma de vivir! porque para esto en verdad hay que tener gusto y pasión.
Proyecto diseñado por alumnos para la materia de diseño de envase
Porque además vivimos rodeados del diseño en todas sus modalidades, técnicas y estilos. Gran parte de nuestras elecciones, tienen que ver con él; desde elegir una prenda o unos zapatos, el tipo de auto o la casa que habitaremos, incluso, lo que consumimos como alimentos, bebidas, aparatos y accesorios, en todo eso está presente el diseño. Pero, para tomarle más sentido, hay que aprender a observar, pensar, analizar y sentir. En lo personal, me encanta contemplar todo a mi alrededor, porque ¡el diseño está en todas partes!, en el material que se usó para un artículo, en sus formas, sus colores y acabados. Todo eso me lleva a pensar hasta en la manera como se produjo o fabricó, desde su concepción inicial, hasta lo que aparece frente a nosotros en un anaquel o escaparate. Me hace cavilar en ¿cómo llegó el diseñador a esa conclusión?, ¿por cuántas propuestas pasó?, ¿cuántas personas o áreas se involucraron en el proceso?, ¿qué inconvenientes habrán aparecido en su desarrollo?, ¿cuántas decisiones se tuvieron que tomar?, en fin.
Por ello, así como el diseño ha dado identidad y estilo a muchas marcas, productos y servicios que cotidianamente utilizamos y consumimos, también ha aportado carácter a mi vida; no puedo evitar disfrutar del buen trazo de un logotipo, del talento y técnica explícitos en una excelente ilustración, así como perderme analizando el cuidadoso diseño de un innovador envase. A propósito de esto, también me enorgullece ver que el diseño gráfico mexicano ha ido creciendo, logrando convertirse en uno de los más competitivos y representativos internacionalmente, por su creatividad y grado de propuesta gráfica.
Vivir del diseño me ha presentado varias facetas, una de ellas ha sido a través de la UNLA, institución que me ha permitido exponer mi pasión por esta disciplina mediante diversas materias, en las que también he tenido múltiples aprendizajes, “Enseñar también enseña”.
El modelo académico de esta casa de estudios define al pensamiento crítico como uno de sus ejes rectores. En este sentido, instruir a los alumnos para pensar de manera independiente, mediante el cuestionamiento, la comparación de teorías y resultados, así como la búsqueda de alternativas de solución, genera que su creatividad fluya a través de procesos de investigación y análisis, factores que siempre serán determinantes al momento de abordar cualquier proyecto de diseño, para proceder en su metodología y concluir de forma más efectiva.
La enseñanza me ha mostrado otra cara interesante de esta profesión, al observar las diversas formas como los alumnos analizan y resuelven sus propuestas de diseño en los diferentes proyectos que desarrollan en el aula. Fruto de este trabajo académico, es el libro “Visiones Gráficas” editado por la Universidad Latina de América. En esta obra se exponen procesos de diseño llevados a cabo por alumnos de la propia universidad y algunos proyectos dentro de mi labor profesional. Uno de los objetivos de esta publicación, es mostrar que el diseño requiere de etapas y procesos que implican una metodología, que va desde la comprensión integral de una problemática, hasta la propuesta final, pasando por las diversas opciones para su solución.
Proyectos diseñados por alumnos en la materia de diseño de impresos.
Otra parte sustancial de esta profesión es la producción. Quienes vivimos el diseño en toda su extensión, sabemos lo importante que es para nuestro trabajo lo concerniente al proceso creativo, pero también todo lo que implica su gestión y realización; esto es conocer muy bien los sistemas de reproducción impresa que existen (aún con la tecnología que tenemos hoy en día, no todo es impresión digital), por ello, hay que estar siempre actualizados sobre los diversos materiales y procesos que aparecen día con día, esto es una necesidad que nos implica un aprendizaje constante, así como el estar al tanto de las tendencias de diseño que marcan las pautas en el mercado y su producción.
La llegada de las nuevas plataformas virtuales de comunicación, también requiere de un conocimiento actualizado de lo que implica diseñar para ellas. Las estrategias de mercado plantean pautas que un diseñador de la comunicación gráfica podrá solventar adecuadamente, cuando conoce aspectos como el buen manejo de redes, la adecuada producción de gráficos para estos entornos, la usabilidad, las tendencias que aparecen en los dominios virtuales día con día, el manejo de información, los tiempos y frecuencias para subir contenidos; el panorama es muy amplio.
Vivir el diseño requiere de un espíritu inquieto, libre, con pensamiento autónomo y crítico; que tenga la sensibilidad para observar con todos los sentidos, que sepa trabajar en equipo para que pueda colaborar en proyectos multidisciplinarios, por ello es relevante que esté bien informado y abierto a todos los canales, para nutrir constantemente su acervo personal de experiencias. Que nunca deje el aprendizaje continuo, para tener la capacidad de examinar y comparar las diversas necesidades de una sociedad muy dinámica y en constante cambio. Que también tenga la disposición de atender demandas en un mundo globalizado, que ahora más que nunca, se conecta a través de múltiples formas, que si bien, han facilitado nuestros intercambios a nivel internacional, también plantean nuevos desafíos. Es tener un criterio amplio, tolerante e inclusivo, sensible a lo que sucede en nuestro entorno y con iniciativa propia para proponer mensajes, materiales y elementos identitarios entre muchos otros, que ayuden a tener una mejor comunicación en todos los niveles y sentidos.
Identidad gráfica para equipos deportivos POTROS UNLA, proyecto desarrollado por los alumnos (tomado del libro Visiones Gráficas/ Manuel Gutiérrez / ed. UNLA)
Para quienes estén interesados en una profesión dinámica, creativa y con un gran panorama de opciones para desarrollarse, la Licenciatura en Diseño de la Comunicación Gráfica en UNLA, es una muy buena opción. Esta profesión tiene un amplio abanico de aprendizajes diversos, como la investigación, el análisis, el uso de técnicas como la fotografía, la ilustración en sus modalidades análoga y digital, y el conocimiento de aspectos de la propia naturaleza humana. También observa múltiples factores mercadológicos para crear y desarrollar estrategias de comunicación más efectivas, así como aspectos relevantes para la producción de mensajes. Esto por supuesto también incluye las materias y los contenidos correspondientes al entorno digital en el que vivimos actualmente.
Vivir el diseño es un compromiso personal no solo para quien decide estudiar y ejercer esta profesión, también conlleva una responsabilidad social, porque el diseño además de agregar valor, es un importante agente de cambio conforme las estrategias y el contexto en el que se aplique. Un diseñador de la comunicación gráfica se puede desempeñar exitosamente; ya sea en el ramo publicitario, como colaborador para trabajo conjunto con mercadólogos, científicos, historiadores, comunicólogos, desarrolladores web o como community manager. Es un factor imprescindible para la cadena productiva dentro de la industria (de todo tipo), así como para el desarrollo de las empresas de diversos rubros. También podrá convertirse en un experto en preprensa e impresión (lo cual es bastante demandado), el ramo editorial requiere del diseño tanto para la producción impresa, como para las plataformas digitales. Con el tiempo y la experiencia ganada, podrá ser un asesor en imagen corporativa, trabajar como freelance o incluso, establecer su propio despacho de consultoría y servicios.
Diseño aplicado a productos, proyectos desarrollados por alumnos en la materia de diseño de Sistemas de identidad visual
Vivir del diseño es como cualquier otra profesión, una actividad bastante demandante, pero con muchas satisfacciones tanto en lo económico, en lo profesional y en lo personal, esto dependerá en gran medida de la actitud que se asuma ante el trabajo, los clientes y proveedores, eslabones con los cuales también se pueden establecer alianzas estratégicas que serán muy provechosas para todos. La filosofía de “Ganar-Ganar” siempre será una ventaja competitiva en esta gran profesión.