Por: Fredy Adrián Rojas Martínez, alumno de la licenciatura en Contaduría Pública del Sistema Ejecutivo.
Más de alguna vez en noticias locales, estatales o incluso nacionales, hemos podido escuchar esta noticia que hace un fuerte eco entre la sociedad: si tienes un pequeño o mediano negocio, ya no necesitarás contratar un contador que lleve tus declaraciones fiscales. En otras palabras, puede que a corto plazo ya no sea útil la carrera en Contaduría Pública, pero…¿es totalmente cierto esto o no?
Mi nombre es Fredy A. Rojas Martinez, estudiante de la licenciatura en Contaduría Pública de la Universidad Latina de América, y hoy quiero contarte un poco acerca de este tema tan controversial, que no solo confunde a los mismos contribuyentes, sino que demerita la profesión contable y a sus posibles aspirantes.
Inicié mis pasos hacia la vida profesional en 2018. Desde entonces se escuchaba que cursar la carrera era una pérdida de tiempo, pues las leyes cada vez eran más “entendibles y precisas”; y que en algún momento la página del SAT haría todo, no requerirías que un contador que te ayudara. Al principio, escuchar esto mientras estudiaba me daba un poco de miedo y preocupación, porque indicaba que al finalizar mi carrera quizá no me esperaría el futuro exitoso que todo estudiante desea.
Al pasar de los años 2019 y 2020, ya con más conocimiento profesional, tanto teórico como práctico, y con maestros que nos mostraban un pedacito de la vida más allá del marco universitario; me fui dando cuenta de que la Contaduría Pública era más que solo calcular impuestos, llámese ISR, IVA, IEPS, etc., ya que esta no solo se desenvolvía en el área fiscal, la cual, dicho sea de paso, es de suma relevancia.
El paso del tiempo me mostró que tal vez sí, en un futuro lejano una máquina podría sustituir el cálculo manual que hace el contador respecto a impuestos, de igual forma que una calculadora al lápiz y papel, pero que no iba a poder reemplazar el área financiera, administrativa, contable e incluso auditora de las empresas.
Y es que la sociedad se ha enfrascado en que si eres contador, eres bueno en matemáticas, pues el trabajo del profesionista es calcular y únicamente calcular. Sin embargo, aunque la tarea es una parte importante de nuestro amplio repertorio de conocimientos y habilidades, la Contaduría Pública no solo la necesita el empresario o el emprendedor para estar bien con el fisco, sino también para saber cuánto producto ingresó, cuánto salió; en qué momento se debe terminar de vender toda la mercancía a fin de evitar pérdidas, si el negocio tiene la capacidad de endeudarse con alguna institución financiera o se encuentra sobreendeudado, si hay problemas con los proveedores, el control interno, el IMSS; si el costo de sus productos es demasiado alto, etc.
En la actualidad, la Contaduría Pública es más necesaria que nunca, y hablo de todas sus ramas, ya que, lamentablemente, cifras oficiales nos muestran que 8 de cada 10 empresas fracasan durante los primeros 2 años de vida en México. La mayoría de la población que se arriesga a desarrollar un emprendimiento no logra pasar de dicho periodo, puesto que, por desgracia, en México no se tiene una educación financiera que pueda mostrarle el camino real para lograrlo y el riesgo que se obtiene al iniciar un negocio. Puedo atreverme a decir que muchos de los ciudadanos no saben ni siquiera cómo formalizar una empresa, aunque sea pequeña.
El Gobierno Federal sigue haciendo reformas. A finales de este año, se espera que queden aprobadas reformas fiscales, que cambien en gran parte la manera en que algunos pequeños y medianos contribuyentes venían tributando año con año; y que entre en vigor un nuevo régimen que beneficia a todos los contribuyentes, al permitir que sea más sencillo efectuar declaraciones, porque se guiarán por sus ingresos y egresos, y no necesitarán de contadores cuando lleven a cabo el cumplimiento de sus obligaciones fiscales. Esto último fue dado a conocer en la Iniciativa de Ley de Ingresos de la Federación para 2022.
Hoy, a unos pocos meses de poder egresar de esta maravillosa carrera, de poder decir que soy un contador formado en la Universidad Latina de América, una de las universidades más prestigiosas y con mayor nivel educativo en el estado; te puedo decir con toda honestidad y seguridad que cursar Contaduría Pública ha sido la mejor decisión que he tomado para mi vida profesional. Ello se debe a que, como mencioné anteriormente, el abanico de oportunidades del campo profesional es bastante extenso y necesario. Además, así pasen los años, los contadores serán necesarios, pues la interpretación y el análisis correcto, que te den la solución a un problema o la ventaja competitiva entre distintas empresas, siempre serán parte del vasto conocimiento de estos trabajadores.
Si tú aún dudas sobre la utilidad de los contadores a corto o mediano plazo, recuerda que las cifras no mienten y que, en virtud de que la profesión contable es un pilar fundamental de las empresas que conoces, su desaparición también implicaría la de ellas.