Publicado el 2022-07-27 en Vinculación Y Formación Social

¡Zadrigman y Duke al rescate! ¡No al maltrato animal!

Por Ana Yamil Ochoa Santana

Jefa de Vinculación y Formación Social en la UNLA

 

Todos y todas en algún momento hemos escuchado acerca del maltrato animal, probablemente hasta nos haya tocado presenciar alguna de sus manifestaciones. Aunque en los últimos años la lucha animalista ha cobrado más fuerza, seguimos enterándonos de los actos terribles que se le imponen a estos seres vivos. 

 

Debido a la gran cantidad de abandonos de perros que se llevan a cabo en nuestro país, al maltrato que sufren los gatos y a las distintas violencias que se ejercen hacia los animales, hace poco más de un año surgió un personaje que se dedica a ayudar a todos los animalitos que lo necesiten. Este personaje es el superhéroe —y joven de veinticinco años— Zadrigman, quien predica con el ejemplo su lema característico: «No al maltrato animal».

 

 

En 2018, Zadrigman conoció a su perrito Duke, un husky siberiano que lo acompañaba en todo momento y era su cómplice de aventuras. Ambos comenzaron a ayudar a los animales. En 2020, llegó a ellos el caso de una perrita que había sido torturada, por lo cual decidieron asistir a la marcha que se realizó en su honor. Desde ese momento, decidieron que ayudarían y rescatarían a cualquier perro que se encontrara en situaciones poco favorables. 

 

Comenzaron alimentando perritos que vivían en una playa, pero notaban que ellos no los recibían de la mejor manera, se mostraban agresivos y no confiaban; pero ello no detuvo a Zadrigman ni a Duke, estaban convencidos de que lograrían su misión. Poco a poco, los perros comenzaron a confiar en ellos, hasta el grado de que se dejaron esterilizar. 

 

El superhéroe y su fiel compañero realizaron distintas actividades, entre ellas, Zadrigman nos comparte una en especial:

 

En junio de 2020, una perrita rescatada necesitaba donadores de sangre. Duke salió corriendo hacia ella, como si supiera que de él dependía la vida de la perrita. Llegamos a la veterinaria y empezó a donar sangre, yo lo miraba con mucha admiración, porque estaba muy tranquilo, no se quejaba de nada. Lamentablemente, a la perrita le dio un paro cardíaco y falleció. En ese momento, Duke se me quedó viendo y empezó a llorar, yo le dije: «Hicimos lo que estuvo a nuestro alcance, no te preocupes».

 

 

¿Quieres conocer más acerca de la historia de Zadrigman y su compañero Duke? Te invitamos a que leas la sección de Compromiso UNLA en la próxima edición, número 135, de la revista Nexum. También queremos invitarte a que estés al pendiente de las actividades relacionadas con los animalitos que próximamente realizaremos en Vinculación y Formación Social.

 

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